El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció este jueves que su gestión emprenderá una ofensiva contra los exjefes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que proclamaron una nueva rebelión armada tras separarse del Acuerdo de Paz firmado en 2016.
El Jefe de Estado anunció que conformó una unidad especial para perseguir a los guerrilleros con capacidades reforzadas de inteligencia, investigación y movilidad; una decisión que pudiera recrudecer el conflicto y generar una ola de violencia que profundice la división social en el país latinoamericano.
Duque también ofreció una recompensa de casi un millón de dólares a quien aporte información sobre el paradero de Iván Márquez y Jesús Santrich, al tiempo que utilizó la coyuntura para seguir abonando el camino hacia una intervención en Venezuela acusando al presidente Nicolás Maduro de dar albergue a los miembros de las FARC.
Analistas han lamentado que la posición de Duque sea de confrontación y no de conciliación, considerando que fue el gobierno el que dinamitó el Acuerdo de Paz cambiando los compromisos establecidos en el documento original negociado por la guerrilla.
El presidente colombiano tampoco toma en cuenta que luego de establecido ese acuerdo más de 600 personas, entre guerrilleros y lideres sociales, han sido asesinadas. Ninguna de estas muertes ha estado relacionada a eventos aislados, sino que se han tratado de sicariatos.
ARG