Luego de estudiar con detenimiento el escándalo de pedofilia por parte de sacerdotes en Chile y determinado a mostrar cero tolerancia con este tipo de delitos, la Iglesia Católica expulsó este jueves del sacerdocio a Fernando Karadima luego de determinarse su responsabilidad en el abuso sexual y psicológico de varios menores.
“El Santo Padre tomó esta decisión excepcional en conciencia y por el bien de la Iglesia. Ha ejercido su potestad ordinaria, que es suprema, plena, inmediata y universal en la Iglesia consciente de su servicio al pueblo de Dios como sucesor de San Pedro”, indicó un comunicado del Vaticano.
Karadima, de 88 años, ya había sido sancionado por el Vaticano en el año 2011 a una vida de penitencia y oración. Sin embargo, esta resolución fue reconsiderada por Francisco luego de reunirse con varias de las víctimas más conocidas de este sacerdote, lo que le llevó a tomar la decisión de dimitir del estado clerical a Karadima.
El caso de Karadima fue el detonante de una extensa investigación ordenada por el Papa en febrero, después de viajar a Chile y darse cuenta de que se había equivocado al defender en su momento a este cuestionado prelado. Francisco, después de leer el informe del experto en pedofilia del Vaticano Charles Scicluna, pidió perdón por sus errores al evaluar el caso e impulsó la dimisión del episcopado chileno en bloque al que acusó de falta de transparencia.
Las víctimas del religioso celebraron su expulsión y aseguraron que un gran alivio les inunda ahora que Karadima comienza a pagar un poco del daño que hizo. Muchos de los sobrevivientes aún no se reponen de los abusos del sacerdote que se aprovechó de su posición de poder para conseguir favores sexuales.
ARG
