Participó activamente en el golpe de Estado de abril de 2002, fue protagonista del asedio a la embajada de Cuba; persiguiendo a dirigentes chavistas en una cacería de brujas, movió sus influencias políticas para destituir a un policía que lo sancionó por cometer actos lascivos en la vía pública con un compañero de partido, organización política (Primero Justicia) que además nació de un hecho de corrupción, pues se fundó con la «donación» irregular de dinero público: la mamá de Leopoldo López, con un alto cargo en Pdvsa donó los fondos de esa empresa estatal para fundar la tolda amarilla (acción penada por la ley contra la corrupción).
Además, recientemente fue señalado por personas en situación de calle, de pagarles y ofrecerles implementos para participar en acciones violentas de calle contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Es larga la lista de acciones por las que el pueblo venezolano señala a este personaje, si aún no adivina de quién se trata, es Henríque Capriles Radonski, gobernador del estado Miranda, acusado también por no gobernar la entidad.
Sin embargo un nuevo señalamiento irrumpe en su expediente de delitos, recientemente un diario norteamericano publicó que Capriles pudiera tener implicaciones en el caso de la transnacional brasilera Odebrecht, uno de los más grandes escándalos de corrupción de América Latina, pues habrían sobornado a funcionarios de al menos doce países de la región, para facilitar su acceso a grandes obras de infraestructura.
Esa hipótesis la confirmó uno de los altos ejecutivos de la constructora, Diseñando Azevedo, quien ratificó que Odebrecht financió la campaña de Capriles Radonski en 2012, cuando se enfrentó a la candidatura de Hugo Chávez a la reelección. Azevedo reconoció que transfirió dinero a Capriles, fuera de la contabilidad oficial de la empresa, para los gastos de esa campaña, pues había proyecciones de que podría alcanzar la presidencia, por lo que se hacía necesario abrir «un canal de diálogo».
La información la ofreció Valor Económico, un medio brasilero en el que se sostiene que el testimonio de Azevedo es parte de las negociaciones de delación premiada en el marco de la operación Lava Jato que investiga hechos de corrupción en Brasil y sus ramificaciones en países de América Latina.
Valor Económico habría estado solicitando la respuesta de Capriles ante estos señalamientos, pero no contestó las solicitudes del medio carioca.
Es importante recordar que recientemente la Contraloría General de la República inhabilitó a Capriles para ejercer cargos en la función pública, por ilícitos administrativos durante los años 2011, 2012 y el primer trimestre de 2013. El gobernador mirandino habría celebrado convenios de cooperación con las embajadas de Polonia y Gran Bretaña sin la autorización legal para tal fin, y facilitó, sin el debido proceso de licitaciones, la ejecución de contratos y donaciones que no declaró.
Los venezolanos conocieron en 2013 que Capriles había adquirido un lujoso apartamento en Nueva York, por un costo entre 4 y 6 millones de dólares. Evidentemente su salario como gobernador, no fue la fuente de ingreso para la compra del inmueble.
JS