El gobierno del presidente de facto del Brasil, Michel Temer, avanzó este miércoles con su plan de privatizaciones y puso a disposición del sector privado 57 empresas públicas, terminales aeroportuarias, líneas eléctricas y autopistas.
Esta ola de privatizaciones, propia de gobiernos neoliberales, se realiza con la intención de recaudar cerca de 14 mil millones de dólares y reducir el abultado agujero en las cuentas públicas del país.
El ministro de la Secretaría de la Presidencia brasilero, Wellington Moreira Franco, destacó que presuntamente el objetivo de estas medidas es generar empleos y garantizar la calidad en los servicios prestados.
Los 14 mil millones de dólares que el gobierno espera recaudar con este nuevo plan “también servirán para reducir el enorme déficit en las cuentas públicas de la nación amazónica, que en palabras del propio presidente Temer: asusta”, aseguró.
El nuevo plan del ejecutivo carioca incluye privatizar y dar concesiones a catorce aeropuertos, quince terminales portuarias y once lotes de líneas de transmisión eléctrica, además de importantes empresas estatales, incluida la más grande empresa eléctrica de Latinoamérica, Eletrobras, anunciada el pasado martes.
Entre las nuevas propuestas, está el aeropuerto de Congonhas, en San Pablo, que es la segunda terminal de mayor tamaño del país en número de pasajeros; la Casa de la Moneda, entidad encargada de la impresión de los billetes de la moneda brasileña y los pasaportes, y Lotex, encargada de la venta de lotería y apuestas, entre otras.
La estrategia de privatizaciones y concesiones es uno de los pilares de la agenda neoliberal del mandatario, en el poder desde el año pasado tras el golpe de Estado parlamentario contra Dilma Rousseff.
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