El presidente de EEUU sigue avanzando en su agenda favorecedora a los intereses de Israel, en su propósito de apropiarse de territorios árabes con el reconocimiento de la soberanía del régimen de Tel-Aviv sobre los ocupados Altos del Golán sirios.
De este modo #DonaldTrump rompió el consenso internacional que repudia la presencia israelí sobre esa porción de Siria, sin importarle el rechazo que esa medida ocasiona en los cinco continentes. La nueva postura estadounidense viola la resolución 497 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de 1981 que califica a Israel como “potencia ocupante”.

El texto del máximo organismo de decisión de la ONU deja claro que los intentos israelíes de imponer sus leyes, jurisdicción y administración en el Golán son nulos, al ser contrarios al derecho internacional.
Israel venció a Siria, Egipto, Jordania y otros estados árabes en la llamada “Guerra de los Seis Días” en 1967 en la que arrebató la mayor parte de estos territorios a Siria. También prevaleció en la llamada “Guerra de Yom Kipur” o “Guerra del Ramadán” en 1973, en la que Siria trató de recuperar la zona ocupada. Siria e Israel firmaron un armisticio en 1974 que declaró una zona desmilitarizada de 70 kilómetros entre los territorios controlados y vigilados por fuerzas de la ONU.
Pese a ello Israel no sólo se anexó esa región siria en 1981, si no que se apropió también de territorios libaneses y palestinos de Cisjordania, incluida la ciudad de Jerusalén, reconocida por #DonaldTrump el año pasado como capital de Israel pese al unánime repudio internacional.
Los Altos del Golán se encuentran ubicados a escasos 60 kilómetros al suroeste de Damasco, la capital siria. La zona es de gran importancia estratégica en el ámbito político, económico y militar de la región. Allí existen más de 30 asentamientos judíos con unas 20 mil personas con los que Israel pretende legitimar su presencia en territorio sirio.
El Gobierno de Siria dijo que reconocer a Israel como dueño de la meseta era una bofetada al mundo y anunció su disposición de recuperar dichos territorios arrebatados por Israel mediante una guerra de agresión hace más de medio siglo. La postura siria goza de un apoyo global.
Según analistas, el reconocimiento estadounidense de la soberanía israelí sobre el Golán es otra acción del respaldo a priori de Washington a Tel-Aviv, medida que es contraria a los propios intereses de EEUU en la zona y son un espaldarazo para el premier de Israel, Benjamín Netanyahu, de cara a los próximos comicios.
Otros episodios de la errática política del magnate estadounidense fueron la denuncia del acuerdo nuclear con Irán y el traslado de la sede de la embajada de EEUU de Tel Aviv a Jerusalén, acciones que generaron un rechazo mundial y que sólo puede hallar explicación en la desproporcionada influencia que tiene el lobby sionista en Washington.
YBV