Desde Myanmar (Birmania), ya son más de 600 mil los musulmanes que han huido hacia bangladés con el objetivo de salvar sus vidas, escapando de la masacre, en cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Miles de familias huyen destrozadas por la aniquilación que no se ha detenido desde su inicio, el 25 de octubre, y ha pretendido acabar con esta etnia.
Algunos no lo logran y acaban abatidos por las fuerzas que pretenden acabar con sus raíces, sus pasos, sus costumbres y su religión. Los Rohingyas son solo una parte de las miles de minorías en el mundo que sufren en momentos críticos.
Huir de Myanmar no es sencillo, el viaje de dos horas que debe hacerse en bus más el traslado en bote hacen de la huida una proeza casi imposible. Una vez más esta minoría hace un llamado internacional para solicitar la ayuda correspondiente y sanciones concretas a los pueblos que partiendo de una mentalidad imperial pretenden apartar a las naciones que no están dentro de sus intereses.
KH