Las alarmas del mundo financiero mundial sonaron a principios de esta semana, luego de que los principales mercados bursátiles globales, en especial Wall Street, sufrieran una fuerte caída; en algunos casos superaron cifras históricas.
El índice industrial Dow Jones cayó 4,6% en tan solo un día; el índice S&P 500, un 4,1%; el Nasdaq, un 3,78%. El Dow Jones sufrió una caída de 1.500 puntos y, pese a que tuvo registró una mejoría, para el final de la sesión, perdió 1.175 puntos. Se trata de la mayor caída en toda su historia, que tiene 122 años, señaló Sputnik.
A los índices asiáticos tampoco le fue mejor. El Nikkei japonés perdió 4,73%, la mayor caída en 18 años. El índice Hang Seng de Hong Kong cayó 4,84%, mientras que el compuesto chino de Shanghái bajó 3,35%.
Los intercambios en Europa también sufrieron pérdidas: el índice paneuropeo EuroStoxx600 registró una baja de 2,8%. El DAX alemán cayó un 2,06%; el francés CAC 40, un 2,17%; el inglés FTSE 100, un 2,29%. Las bolsas rusas también cerraron en números rojos.
¿Explosión de la burbuja o simple ajuste?
Para algunos expertos, existe una inminente crisis financiera a punto de estallar en Wall Street. Dos exjefes de la Reserva Federal, Alan Greenspan y Janet Yellen, manifestaron sus preocupaciones sobre algunas burbujas que podrían dar pie a una debacle económica. «Creo que hay dos burbujas. Tenemos una burbuja bursátil y tenemos otra en el mercado de bonos (…) Creo que [al final] la burbuja del mercado de bonos será eventualmente el tema crítico», señaló Greenspan a Bloomberg Television, agregando que siente preocupación por la deuda estadounidense y el déficit presupuestario del país.
No obstante, Egor Susin, jefe del centro de desarrollo de estrategia del banco ruso Gazprombank, considera que la caída de los índices bursátiles de Wall Street se debió a una corrección del mercado de valores de EEUU y que ya había sido previsto.
«El mercado ha estado creciendo sin hacer correcciones durante mucho tiempo. El mercado de valores (de EEUU) crecía no porque la situación económica del país estuviera mejorando, sino porque había esperanzas positivas en cuanto a su futura dinámica, yo diría que estas esperanzas eran demasiado optimistas», explicó Susin.
¿Más sencillo de lo que parece?
Por su parte, el sitio web La Izquierda Diario explica en un artículo que la disminución del empleo y el aumento salarial de alrededor de 3%, sumados al incremento del déficit fiscal previsto por la rebaja impositiva de Trump y a la política de subir las tasas de interés, generaron temor en los inversores, quienes decidieron deshacerse de los bonos, generando la fuerte caída.
Esto está relacionado con lo esgrimido por el economista ruso Serguéi Jestánov, quien recordó que el rendimiento de la deuda estadounidense a largo plazo superó el 2,8%, un nivel crítico para EEUU, lo cual fue una señal para vender los valores y buscar refugio en sitios seguros como el oro y otras divisas como el euro o el yen.
De acuerdo con el economista, al final de la semana, quedará claro si los índices bursátiles de EEUU solo caen a corto plazo o si es verdaderamente el comienzo de una nueva crisis mundial.
Aún así, no deja de preocupar que ciertamente el sistema económico de EEUU flota sobre una gran burbuja, cuyos propios defensores reconocen. Esta burbuja, que podría explotar o desinflarse abruptamente ante fenómenos internos (como la volatilidad de los mercados o el incrementos de tasas de intereses) o externos (falta de confianza y sustitución del dólar en el mercado petrolero, movimientos chinos como el petroyuan), podrían provocar la próxima crisis mundial cuando nadie (casi nadie) se lo esperaba, tal como en 2008.
JA