Es uno de los espectáculos más destacado para algunas locaciones europeas, que en otoño e invierno ven cómo el cielo se llena de formas al paso de unas pequeñas aves, que al juntarse en su vuelo, se tornan gigantes: los estorninos.
Las enormes nubes que forman en esas etapas del año no pasan desapercibidas, además de por su tamaño y gran escándalo, por las formas que esbozan en los cielos y por la perfección de sus movimientos colectivos.
El fotógrafo alemán Daniel Biber logró capturar la danza de los estorninos, y halló formas como la de un pájaro gigante, y aunque pudiera tratarse de pareidolia, la tendencia a buscar patrones que no están, no dejan de ser fascinantes para el ojo humano:
JI