Tras ser reportado como desaparecido, Rafael Murúa Manríquez, de 34 años, se convirtió en el primer periodista asesinado en lo que va del presente año en México, uno de los países más violentos de Latinoamérica y donde la violencia contra los comunicadores se ha convertido en un hecho recurrente.
Murúa Manríquez, se desempeñaba como director de una radio comunitaria en la región norte del estado de Baja California Sur, en el noroeste del país, oficio por el cual había recibido diversas amenazas en varias oportunidades.
«Condeno el asesinato del periodista sudcaliforniano Rafael Murúa Manríquez. Mi solidaridad con su familia y el gremio periodístico sudcaliforniano», escribió en Twitter el gobernador del estado, Carlos Mendoza, asimismo, agregó “el cobarde crimen de Rafael Murúa no quedará sin castigo”.
Los altos niveles que violencia y criminalidad producto de la proliferación de grupos armados pertenecientes al narcotráfico, han hecho del país azteca un lugar en donde ejercer esta profesión es sumamente peligroso. De acuerdo por cifras emitidas por la Federación Internacional de Periodistas (FIP) , al menos 94 periodistas fueron asesinados en México el año pasado.
Las cifras abrumadoras, convierten al país azteca en el segundo país más peligroso del mundo para ejercer esta profesión, después de Afganistán y Siria, siendo estas últimas naciones que han sido devastadas por la guerra.
YR