Tras la llegada de la caravana de migrantes centroamericanos a la ciudad de Tijuana, en México, varias de personas han manifestado ser víctimas de maltratos por parte de las comunidades locales, quienes arrastrados por un sentimiento de xenofobia y racismo, han agredido a las miles de familias que se mantienen en la búsqueda mejoras en sus condiciones de vida.
«En todo México nos han tratado bien. Pero aquí algunos no nos quieren. Anoche mientras dormíamos en el gimnasio nos lanzaron piedras al techo de lámina y nos gritaron que no nos quieren aquí y muchas cosas malas que no puedo repetir», expresó María, originaria de La Ceiba, Honduras.
Aunque se prevé que las personas que llegaron a suelo mexicano inicien sus trámites para pedir asilo a fin de ingresar en el territorio estadounidense, los expertos afirman que su estadía en México, se podría extender hasta 18 meses, por lo que exhortan a los migrantes a no poner en riesgo sus vidas intentando saltar las vallas situadas en las zona fronteriza.
Por su parte, cientos de mexicanos se han concentrado en Tijuana, para rechazar la estancia de los migrantes en esta localidad, por considerar que los mismos constituyen una violación flagrante a las leyes de México, al mismo tiempo, que alegan que dentro de los migrantes se encuentran una gran cantidad de delincuentes.
«Los migrantes entraron violando la soberanía mexicana y humillándonos. No vamos a permitir que ellos se queden y entren como quieran a México y Tijuana, por una mejor Tijuana no debemos permitir que venga delincuentes acarreados», ha dicho un encapuchado, quien portaba una camiseta de la selección mexicana de fútbol. En Tijuana, ha añadido, «no estamos en contra de que un migrante quiera progresar, lo único que se pide es orden y que respete la ley«.
YR