Un escenario geopolítico se arma desde Estados Unidos con el propósito de favorecer cualquier tipo de intervención extranjera en el país. Así ha sido desde la llegada al poder de la Revolución, pero en esta oportunidad hay dos cartas bajo la manga, un decreto generado por el expresidente Barack Obama que le permitiría a EE.UU. cualquier acción unilateral, y la Carta Democrática Interamericana que intentan impulsar a través del secretario general de la Organización de Estados Americanos y sus tentáculos en América Latina.
El propósito, revocar la política de soberanía que ha implantado el gobierno revolucionario sobre su territorio y sus recursos; hablamos de la principal reserva petrolera del mundo.
Lo increíble es que ambas iniciativas injerencistas cuentan con el apoyo y activismo de la derecha en el país. La Asamblea Nacional, cuya mayoría es opositora, manifestó su disposición de solicitar a Costa Rica que apoye la activación de la Carta Democrática.
Sobre este tema se pronunció el Partido Socialista Unido de Venezuela. Héctor Rodríguez, miembro de la Dirección Nacional del PSUV, manifestó el rechazo de esta organización política a «la actitud apátrida de solicitar una intervención extranjera en el país».
Para Rodríguez, son aceptables las diferencias en las visiones políticas entre el Gobierno y la oposición y otra es que ellos «no sientan en el pecho, en las vísceras la tierra venezolana”. Por esta razón enfatizó, «los llamamos a la reflexión. Solicitamos a las instituciones del Estado que apliquen todo el peso de la ley a esas actitudes apátridas«.
Rodríguez destacó que todas las guerras que se están librando en el mundo, conllevan el trasfondo de los recursos energéticos.
JS