El receso obligado impuesto por cientos de países como una medida de protección contra el Coronavirus Covid-19, se ha convertido inesperadamente en una solución a los incontrolables niveles de contaminación que tanto afectan al medio ambiente.
La disminución sin precedentes de las emisiones de gases efecto invernadero que han sido registradas por instituciones como el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA, por su sigla en inglés), dan cuenta de la recuperación de la capa de ozono y de espacios tan peligrosos y contaminados como Delhi o Beijing, cuya reducción en las emisiones de CO2 equivale a un descenso global de las emisiones del 6 por ciento.
Una cifra impresionante que no es motivo de celebración para los expertos en el tema, quienes aseguran que el paro obligatorio que se ha impuesto a las industrias y las repercusiones económicas que éste tendrá, afectará terriblemente al ambiente.
Y es que científicos miembros de la Agencia Internacional de Energía, han advertido que la recesión a la que se enfrentarán casi todas las economías del planeta impactará en las inversiones globales de energía limpia y debilitará los objetivos ambientales de la industria.
Por ello, piden a los gobiernos que ofrezcan paquetes de estímulo económico a las empresas para que continúen apostando a las energías geotérmica, eólica, hidroeléctrica y solar como un posible negocio.
Por su parte, Lauri Myllyvirta, analista principal de CREA, opina que este panorama tan utópico y romántico podría terminar con un efecto rebote mucho peor que el ocurrido en 2008 después de la crisis financiera mundial. En su experiencia, las medidas destinadas a estimular la economía eventualmente provocan un aumento en el uso de energías fósiles, una de las principales causas de la contaminación del medio ambiente en el mundo.
From my presentation today: Construction stimulus during the SARS epidemic in 2003 caused an air pollution spike visible in the satellite record. Then the stimulus after global financial crisis led to the record smog of winter 2012-13 and to the national air poll. action plan. https://t.co/OAfJUKgI9f
— Lauri Myllyvirta (@laurimyllyvirta) April 8, 2020
Pero Myllyvirta asoma una esperanza. Señala que si el consumo a escala global disminuye, por los niveles de desempleo que se espera superen a cualquier estadística conocida, el uso de las energías fósiles también bajaría y que esa tendencia podría mantenerse en el tiempo.
Sin duda un escenario bastante cruel para los ciudadanos que ya comenzaron a perder sus empleos (como por ejemplo los 20 millones de estadounidenses que han solicitado ayudas sociales en el último mes) y para los países que aún en la actualidad tienen como principal fuente de ingreso la producción y venta de petróleo.

¿Cuál ha sido el impacto de la cuarentena en el medio ambiente?
Un análisis publicado recientemente por el diario Financial Times reveló que las emisiones de aviones disminuyeron en casi un tercio el mes pasado, cuando las medidas contra el Coronavirus interrumpieron el flujo de los vuelos alrededor del mundo. Esto representó una caída en las emisiones de CO2 equivalentes a sacar de la carretera cerca de 6 millones de automóviles.
Esto significa que se emitieron en marzo 28 millones de toneladas de dióxido de carbono menos que en el mes de febrero ya que casi un millón de vuelos se cancelaron en todo el mundo, una caída del 31% en comparación con el mismo período del año 2019.
La contaminación por otras formas de transporte también se ha desplomado. Según un análisis de la consultora francesa Sia Partners, las emisiones de automóviles y motocicletas en Europa han caído un 88% desde que comenzó la crisis.
Estos datos son apoyados por investigadores de la Universidad de Nueva York, quienes aseguraron que la concentración de monóxido de carbono, causada por el tráfico de vehículos, ha disminuido casi un 50% en las ciudades afectadas por el virus.
La profesora Corinne Le Quéré, de la Universidad de East Anglia, sostiene que si la cuarentena por la pandemia se extiende durante tres o cuatro meses sí se podría evidenciar la reducción de los gases de efecto invernadero en el medio ambiente. Sin embargo, señala que todo depende del comportamiento de las sociedades cuando acabe el confinamiento.
Andreína Ramos Ginés/ VTActual.com
@aramosginesVT