Al menos 286 mil 290 inmigrantes que viajaban a Estados Unidos, (de ellos 37.450 menores de edad), fueron retenidos en la frontera Méxicana entre octubre de 2017 y junio de 2018, cifras con las que el fonfo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef) demuestra que México tampoco está libre de pecados, cuando de niños migrantes separados de sus padres, se trata.
En medio de una hola de protestas por los niños separados de sus padres en Estado unidos (EEUU), un informe de Unicef titulado “Desarraigados en Centroamérica y México” que aborda los flujos migratorios entre América Central y América del Norte, devela que el estado mexicano también castiga duramente la migración y vulnera los derechos de menores que quedan atrapados en un país de tránsito por el que buscan cruzar la frontera hacia EEUU.
Dora Giusti, jefa de Protección a la Infancia de Unicef México, acusó a las autoridades migratorias de este país de separar a niños de sus familias, la mayoría de ellos provenientes de Centroamérica. Entre las cifras Unicef calcula que al menos 60 mil menores provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador fueron retenidos en estaciones migratorias y no en albergues como establece la ley. En el caso de los niños de 12 años son ubicados en zonas separadas, incluso si van acompañados de sus familias

Al ser México el país donde se establecen la mayor parte de los migrantes que no alcanza llegar a territorio estadounidense, es el que mayor número de niños tiene, un importante grupo de ellos sin ningún familiar, lo que les hace víctimas de «explotación por parte de bandas criminales y violencia sexual en el caso de las chicas» reza el informe.
Los niños recluidos en estos centros de detención no tienen derecho alguno. Unas 96 mil personas –incluidas 24 mil mujeres y niños, fueron retornadas a sus lugares de origen desde México y los Estados Unidos entre enero y abril de este año, mismo período en el que 9 mil 995 niños y adolescentes del Triángulo Norte de Centroamérica han sido detenidos.
Giusti enfatisa en que el problema es que el incremento de la intercepción y detención de niños migrantes en Campeche, Chiapas, Quintana Roo y Tabasco, es gracias a la puesta en marcha del Programa Frontera Sur, el cual no ha ido acompañado de una buena gestión por parte de los organismos encargados.

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EC