Una ola de huelgas por acoso sexual tuvo lugar este jueves cuando miles de trabajadores detuvieron sus jornadas en las oficinas de Google en todo el mundo, para protestar por la cantidad de casos acoso sexual contra sus trabajadoras, que acumula la compañía.
La huela inició alrededor de las 11:00 en Asia cuando los empleados de Google abandonaron sus actividades en las oficinas en Singapur; Hyderabad, India; Berlín; Zúrich; Dublín, y Londres, la protesta se extendió a otros continentes en las respectivas zonas horarias.
Los trabajadores además denuncian la desigualdad en los pagos y la explotación de miles de trabajadores temporales. «La estructura de poder que inherentemente menosprecia» a trabajadores temporales, proveedores o contratistas estaba «arraigada en los mismos cimientos de la desigualdad», reseñó un boletín de prensa de los organizadores de la acción de protesta.

Por su parte Sundar Pichai, director ejecutivo de Google, indicó este miércoles que la administración de la compañía sabía de los paros y que los empleados «tendrían el apoyo que necesitan si desean participar».
En contraste con las palabras de Pichai, los empleados exhortan a Google «a terminar con su uso de arbitraje privado en casos de presuntos ataque y acoso sexual». Exigen la publicación de un informe transparente en casos de acoso sexual.

«mayor apertura sobre salarios y compensaciones, la presencia de un representante de los empleados en el consejo de administración y un director de diversidad que pueda hablar directamente con el consejo de administración».

De acuerdo al New York Times Google pagó millones de dólares en indemnizaciones por despido a ejecutivos acusados de acoso y se mantuvo en secreto las agresiones, pero Google niega haber indemnizado a ningún trabajador y manifestó que ha despedido a 48 personas por acusaciones de acoso sexual en los últimos dos años.
El descontento aumenta y los trabajadores rechazan las decisiones de los voceros de la compañía porque «sienten que causan más daños que beneficios«, pero además los empleados de Google también se oponen a los proyectos de inteligencia artificial que la compañía realiza en conjunto con el Pentágono.
EC