Mario Gómez, es el periodista mexicano número 12 asesinado este año por denunciar casos de corrupción política. Autoridades del estado de Chiapas informaron que fue ultimado este viernes.
Tenía 35 años. Le dispararon en el abdomen cuando salía de su vivienda, denunció el diario local «El Heraldo de Chiapas», periódico para el que trabajaba como corresponsal. Aunque fue trasladado a un hospital, falleció.
«Directivos, reporteros, columnistas, fotógrafos y personal que labora en Heraldo de Chiapas, condenamos enérgicamente la cobarde agresión que sufrió nuestro compañero», publicó el medio en una nota editorial. Por su parte familiares exigen que se investigue y «se les brinden las garantías de seguridad».
En 2016, Gómez denunció haber sido amenazado después de la publicación de una investigación en la que exponía a dos diputados nacionales por desvío de recursos. El chofer de uno de los diputados que había investigado le escribió a través de Facebook: «Voy a ir por ti y te voy a volar la cabeza».
Desde el 2000, más de 100 comunicadores han sido asesinados, 21 desaparecidos y 302 están en un mecanismo especial de protección, pero con limitaciones, lo que hace de México el segundo país más peligroso para los periodistas después de Siria.
Entre los periodistas asesinados en 2018 están Carlos Domínguez, en Nuevo Laredo, apuñalado más de 20 veces. Leslie Ann Pamela Montenegro, asesinada por hombres armados en Acapulco. Leobardo Vázquez Atzin, asesinado a balazos en Veracruz. Juan Carlos Huerta, atacado a balazos en Tabasco.
Héctor González Antonio, asesinado a golpes en Tamaulipas. José Guadalupe Chan, asesinado a balazos. Rubén Pat, abaleado también. Así mismo Javier Enrique Rodríguez Valladares, camarógrafo muerto en Cancún.
EC