Ha sido revelado que la relación entre el grupo terrorista Daesh y los soldados norteamericanos no es precisamente enemistosa. Por el contrario, EEUU y Daesh han mostrado signos de cooperación.
La inteligencia rusa, en honor a su alianza militar con el gobierno de Bashar Al-Asad, reveló la existencia de vehículos blindados de Estados Unidos en localidades controladas por Daesh, en una actitud de no confrontación sino de convivencia.
Por otra parte, desde Moscú, el Ministerio de Defensa ruso ha denunciado que el gobierno norteamericano defiende sus propios intereses “políticos y geopolíticos” en el país árabe y que, lejos de honrar sus declaraciones de neutralización de los terroristas, han detectado material bélico norteamericano en los emplazamientos que mantiene Daesh en zonas como Deir Ezzor.
La presencia gringa en dicha zona responde a la existencia de importantes reservas de petróleo y gas bajo ese suelo, asegura por su parte el senador ruso Alexei Pushkov, quien además reveló que el ejército estadounidense “ayuda a los terroristas a apoderarse de los yacimientos”.
Otra fuente ha revelado que el país norteamericano surte a los combatientes extremistas con «armas pequeñas de fabricación estadounidense, rifles M-16 y M-4, lanzagranadas antitanque, diversas ametralladoras y sus municiones», que utilizan en su actitud de guerra contra las legítimas autoridades en territorio de la nación árabe Siria.
Asaad Assalem, exmiliciano que se separó de los entrenados por Estados Unidos para unirse al Ejército sirio, aseguró que a pesar de que un grupo de compañeros denunciaron a su propio comandante por negociar con los terroristas, «los estadounidenses fortalecieron el apoyo al hombre que había sido nombrado nuestro comandante y que tenía negocios con el EIIL (Estado Islámico)», reseñó HispanTV.
Otra de las denuncias de Assalem da cuenta de la actitud de los soldados estadounidenses en suelo sirio, que lejos de adoptar la actitud de una fuerza de apoyo a la población local, “se comportan como invasores”.
JI
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