¿Producir para liberarnos? primera parte de un seriado en el que abordaremos cuáles son las posibilidades de recuperar la economía en Venezuela
Para el sociólogo y ex vicepresidente de Economía Productiva de Venezuela, Luis Salas Rodríguez, la dinamización de la economía venezolana y por supuesto su reimpulso, están necesariamente vinculados a que mejore el poder adquisitivo de la población.
Refiere en entrevista para VTactual, que no se puede pensar en impulsar la producción si los mercados externos están bloqueados para el país y el mercado interno es prácticamente inexistente porque el venezolano no tiene cómo comprar lo que se produce.
«Para activar un mercado interno no necesitas solamente gente que necesite cosas, porque si es por eso todos necesitamos. Lo que se requiere es que esa gente que tiene necesidad también tenga la cantidad suficiente de recursos para poder consumir«, explica.
En ese sentido, refiere que hay una gran discusión sobre cómo activar una efectiva política de producción en el país, asegurando que lo que la experiencia mundial enseña es que para poder hacerlo se necesita un mercado que consuma.
«Y si los mercados mundiales están cerrados por toda la situación que conocemos, y va a seguir siendo así durante mucho tiempo, la única alternativa real que tenemos es activar un mercado interno«, señala.
Sin embargo, parece no ser una tarea sencilla dadas las condiciones en las que se encuentra actualmente el país.
«El poder adquisitivo de la población venezolana es el más bajo en mucho tiempo y para tener una verdadera política productiva necesitas tener un mercado interno que consuma tus productos. Por eso necesitamos una población con mejor poder adquisitivo, lo cual pasa por mejorar los salarios, las pensiones y los ingresos generales de la gente», destaca Salas.
Para el experto, si no se aumentan los ingresos del venezolano seguiremos padeciendo la situación actual: una economía estrangulada con un mercado interno paralizado por el bajo poder adquisitivo de la población, pero que tampoco puede exportar su principal producto que es el petróleo ni otros bienes no tradicionales por el bloqueo y la coyuntura mundial actual.
Podríamos inferir que esta es una de las causas por las que los diferentes planes para reactivar la economía diseñados por el Gobierno Nacional no han funcionado.
Otra de esas causas podría ser que no se ha tenido claridad política y económica para darle una solución real a la situación que atraviesa el país.
«Ese es el primer problema a resolver: establecer cuál es la política económica. Porque podemos decir que queremos un país productivo pero el tema es si la política económica que se está aplicando nos llevará a alcanzar esa meta», indica Salas.

La inflación, otro factor en contra
Como explica el sociólogo venezolano, el país caribeño viene atravesando un período inflacionario desde el año 2013, que se agudizó con una hiperinflación que comenzó a finales de 2017 y se mantuvo hasta febrero de 2019, cuando el Gobierno del presidente Nicolás Maduro comenzó a aplicar una serie de políticas económicas que tienen como objetivo combatir la hiperinflación y procurar la estabilidad cambiaría.
Esa medida incluyó ciertas restricciones en la circulación del bolívar, entre ellas la disminución en la emisión de la moneda por el Banco Central y el endurecimiento de los encajes bancarios que son una serie de restricciones que se colocan a la banca pública y privada, obligándole a mantener una mayor cantidad de bolívares en sus depósitos para evitar que salgan a circulación e impacten en los precios, incluyendo el precio del tipo de cambio que es el precio del dólar.
«A partir de ahí la hiperinflación disminuyó y se ha mantenido en promedio en torno al 30% y 25% mensual, que sigue siendo un indicador sumamente alto pero es muy inferior a lo que se venía presentando anteriormente», asegura Salas.
Sin embargo, esto creó un nuevo problema y es que como lo indica el experto, la variación de los precios se ha mantenido por encima de la del tipo de cambio.
«Lo que viene ocurriendo es que los precios varían más rápido que la variación del tipo de cambio, eso trae como consecuencia que los precios en bolívares van subiendo pero la variación del bolívar con respecto al dólar -que sería propiamente la devaluación- es menor. Por esa razón es que ahora tenemos que utilizar más dólares que antes para comprar la misma cantidad de productos que antes compraba con menos dinero», expresa.
Y aunque para Salas hay formas de detener la inflación y maneras para que la gente se proteja de ella, que el índice baje no depende del ciudadano de a pie porque su efecto forma parte de un conflicto en donde la primera responsabilidad la tiene el Gobierno Nacional.
Andreína Ramos Ginés/VTactual
@aramosgines
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