La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, prometió este lunes una mayor participación de los diputados en la negociación de la futura relación con la Unión Europea (UE) y dijo temer que un segundo referéndum sobre Brexit sentaría un precedente difícil para el país.
May dijo a los parlamentarios que su Gobierno continuará las discusiones y buscará la opinión de una amplia gama de voces, más allá de su administración, principalmente en el punto del denominado “backstop”, luego que el acuerdo negociado con la UE fuera rechazado por los diputados en una votación celebrada el pasado martes.
El “backstop” es un mecanismo destinado a evitar la reinstauración de una frontera entre Irlanda -país miembro de la UE- y la provincia británica de Irlanda del Norte. Es el aspecto más complejo del acuerdo que busca cómo preservar la frontera invisible entre las dos Irlandas y evitar la instalación de puestos aduaneros y de vigilancia.
La mandataria adelantó que Bruselas no aceptará un retraso si no hay perspectivas de que el Parlamento británico puede aprobar un acuerdo.
El plan B del Brexit será votado la semana siguiente, el martes 29 de enero, al término de un debate que durará varias horas y cuando se espera que los diputados presenten diversas enmiendas.
YBV