El presidente de Perú, Martín Vizcarra, presentó su plan de gestión a un mes de haber disuelto el Congreso de mayoría opositora por no apoyar su «cuestión de confianza» sobre la elección de los magistrados del Tribunal Constitucional, y anunció que las elecciones para renovar este Poder se harán el próximo 26 de enero.
Vizcarra, quien disolvió el Congreso y luego éste lo destituyó a él y nombró en su lugar a su exvicepresidenta, dijo que esa decisión fue «lamentable» y una situación «que hubiera querido evitar».
En un país sumido en una crisis institucional y sin un Parlamento, Martín Vizcarra aseguró que entregará el poder del país andino en 2021, cumpliendo así la totalidad de su mandato que inició en 2016.

Es por ello que el mandatario peruano garantizó que no saldrá del país hasta tanto el nuevo Congreso sea electo. Sostuvo además que hace 19 meses asumió «la noble tarea de gobernar» a su país luego de la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, de quien era vicepresidente.
«Hoy queremos seguir dando cuenta de los avances que hemos obtenido en cumplimiento del Plan de Gobierno y plantear las siguientes acciones hasta el 28 de julio de 2021, fecha en que constitucionalmente ratificamos que entregaremos el mando de la nación», remarcó.
El cierre
Para Vizcarra la culpa de la crisis institucional fue de la «confrontación» de los parlamentarios del fujimorismo que querían conservar su «status quo» en la política.
«Lamentablemente pesó más la confrontación, los intereses de grupo y el deseo de mantener el status quo».
Destacó que su intención era superar la crisis y que para ello planteó adelantar las elecciones generales, pero ante la negativa del Congreso, de mayoría opositora, «actuó en el marco de la Constitución y lo seguirá haciendo».
«La disolución del Congreso fue el punto culminante de una sucesión de hechos que hubiésemos querido evitar», remarcó.
MMMV