De ficción y catástrofe al mejor estilo de la famosa película 2012 ha estado el fuerte temporal de lluvia, viento, frío y nieve que ha llegado a la costa este de Estados Unidos la semana pasada.
Al menos cinco personas han muerto, entre ellos un niño en el condado de Putnam, al norte del estado de Nueva York, cuando un árbol cayó sobre su casa. La madre del pequeño también resultó herida y fue trasladada a un hospital por varias heridas.
Las fuertes lluvias y el viento han ocasionado la cancelación y retraso de centenares de vuelos y viajes en tren; más de dos millones de personas se han quedado sin suministro de energía en sus hogares por la fuerte tempestad que se ha registrado desde el pasado jueves.
Otras cuatro personas fallecieron como resultado de árboles caídos en Virginia, Rhode Island y Maryland, informaron los medios locales. Andrew Cuomo, gobernador del estado, emitió una alerta de viajes tras el volcamiento de dos camiones en un puente debido a los fuertes vientos.
En Washington, las fuertes ráfagas de viento de 120 km/h obligaron al gobierno a suspender los servicios administrativos federales, mientras las escuelas de la capital se mantuvieron cerradas gracias a las condiciones climáticas.
Las fuertes lluvias, temperaturas y nieve no sólo han azotado a Estados Unidos, en Europa al menos sesenta personas han muerto por la ola de frío glacial.
En el Reino Unido e Irlanda, aeropuertos y transporte público paralizaron sus servicios y se disponen a recuperar la normalidad tras las peores tormentas de nieve en treinta años.
AMR