Cientos de migrantes que esperan por una respuesta a las solicitudes de asilo hechas a EE. UU. tomaron este jueves la franja fronteriza entre Tamaulipas y el estado de Texas, desde donde exigen al gobierno estadounidense una solución a su situación, que en el caso de algunos migrantes se ha extendido por varios meses.
Los manifestantes, que se encuentran viviendo en la frontera en campamentos improvisados, detuvieron el paso de vehículos y de ciudadanos que a diario cruzan la frontera para estudiar o trabajar al otro lado del país.
Medios mexicanos aseguran que serían alrededor de 500 los manifestantes que exigen asilo en el paso fronterizo, mientras que la Oficina estadounidense de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por su sigla en inglés) aseguró que se trataría de unas 300 personas las que estarían protestando en la zona.

De acuerdo con una investigación de la Universidad de Syracuse -que sigue de cerca el Protocolo de Protección a Migrantes (MPP, por su sigla en inglés) desde sus inicios- unas seis mil 300 personas estarían esperando respuesta a su solicitud de asilo en México. El estudio también explica quie los tiempos de espera para recibir una respuesta de los tribunales estadounidenses oscilaría entre los cuatro y los ocho meses.
Durante este tiempo, México se ve en la obligación de brindar apoyo a los migrantes, mientras su territorio comienza a padecer los efectos de las políticas impuestas por EE. UU. que finalmente se reflejan en una violación sistemática de los derechos humanos de los ciudadanos extranjeros que se ven privados de sus necesidades más básicas.
ARG