El gobierno de México reconoció este martes haber cometido excesos con los migrantes, a pesar de que las instrucciones siempre han sido respetar los Derechos Humanos de los extranjeros que buscan llegar a Estados Unidos atravesando el territorio mexicano.
«No existe ninguna orden en ese sentido», dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, en alusión a un episodio del fin de semana pasado, en el que efectivos de la Guardia Nacional llegaron a separar a una familia nicaragüense en su intento de cruzar el río Bravo hacia Estados Unidos, cerca de Ciudad Juárez.
En este sentido, López Obrador garantizó que revisará las actuaciones de los militares mexicanos en el contexto migratorio actual que sacude la sociedad y al economía mexicana.
Por su parte, el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño Yáñez, afirmó que “la crisis humanitaria que está provocando la migración masiva ha rebasado la infraestructura y los recursos materiales que se requieren para darles un trato digno a muchos”.
Asimismo, manifestó su preocupación “por la migración transcontinental que está llegando del África, Asia y Europa, nacionalidades que no arribaban bajo esta forma al país”, a diferencia de los ciudadanos centroamericanos con los que el país latinoamericano mantiene una relación histórica, de intercambio y transculturación permanente.
ARG