Estados Unidos está inmerso en una ola de calor extremo, que cobró la vida de 7 migrantes incluyendo bebés que cruzaron las fronteras desde centroamerica hacía la nación norteamericana.
Las autoridades de Texas informaron sobre siete muertes de migrantes en una ola de calor extremo durante el verano boreal, incluidos una mujer, dos bebés y un niño pequeño, que ponen de relieve los riesgos de familias centroamericanas que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México.
La Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos encontró cerca del río Bravo en el sur de Texas los cadáveres de una mujer y tres niños, quienes podrían haber muerto de calor, según dijo este lunes tarde un funcionario local, que pidió no ser identificado.

Se cree que las víctimas perdieron la vida por la exposición al calor y la deshidratación en un área a unos 29 kilómetros al este de la ciudad texana de McAllen.
Al oeste, agentes de la Patrulla Fronteriza en el área de Del Río, recuperaron los restos dos hombres en un rancho cerca de Carrizo Springs, luego de que llamadas anónimas el 19 y el 20 de junio alertaran de migrantes perdidos, dijo la agencia en un comunicado.
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