Texas, el gran estado del Sur de Estado Unidos se niega a usar los fondos estatales para educar a los menores inmigrantes que están en detención federal. Esta decisión perjudicaría a los niños y pondría en peligro las colaboraciones con distritos escolares cercanos a la frontera con México.
Las escuelas independientes no podrán usar sus institutos locales para servir a estos estudiantes, al menos no con fondos del Estado, sino con fondos propios, así lo hizo saber la Agencia de Educación de Texas.
Funcionarios escolares de San Benito, Texas, se habían puesto de acuerdo en agosto con un centro de detención de migrantes y acordaron enviarle 19 maestros bilingües y otros recursos a los menores, luego de que el distrito escolar creyera que recibiría 3 millones de dólares adicionales en fondos estatales.
La ola de menores que ha llegado a Estados Unidos a través de la frontera sur ha generado preguntas sobre el rol que deben tener los estados en su educación. En una declaración, los funcionarios de Texas dijeron que es responsabilidad del gobierno federal.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) requiere que todos los niños en edad escolar en los albergues de detención sean evaluados dentro de los tres días de su llegada para determinar sus necesidades educativas, que reciban seis horas de instrucción estructurada entre semana y servicios especiales de educación si son elegibles.
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