Pareciera que la disputa histórica de Bolivia con Chile por recobrar su acceso directo y soberano al mar estaría entrando en una nueva fase, a la espera de los resultados de los alegatos que ambas naciones presentan ante el tribunal internacional de La Haya.
Pero, ¿cómo comenzó todo? ¿Cuáles fueron las razones detrás de esa pérdida boliviana del mar? El asunto data del siglo XIX, cuando los dos países se enfrentaron en la conocida como la Guerra del Pacífico (también denominada Guerra del Guano y el Salitre.
Todo comenzó con la decisión de Bolivia de cobrar un gravamen de 10 centavos por cada quintal de salitre en un contrato con Chile, que en respuesta invadió el territorio costero boliviano, fundamentando su decisión en un acuerdo que databa de 1974, según el cual Bolivia no podría aumentar los impuestos a las compañías salitreras por los próximos 25 años.
El conflicto armado, que duró desde 1979 hasta 1884, resultó en la derrota boliviana y su consecuente pérdida de acceso directo al mar (unos 400 kilómetros de costa pasaron a ser territorio chileno), a pesar del apoyo de su aliada, Perú.
En el año de 1904, un tratado firmado entre las partes dejaba constancia de que ese territorio pertenecía a Chile, aunque otorgaba acceso libre de impuestos a los puertos de Arica y Antofagasta, donde incluso tiene sus propias autoridades de aduanas.
Sin embargo, La Paz ha denunciado reiteradamente violaciones de ese acuerdo por parte de sus vecinos, que se escudan en la implementación de tarifas preferenciales que, alegan, representan pérdidas millonarias para su nación.
Por ejemplo, según un informe realizado por la Organización de Naciones Unidas, los países que no tienen costa pagan en promedio por contendeor unos 4 mil 350 dólares en el caso de las importaciones, mientras que para exportaciones el precio ronda los 3 mil 550. Para los países con acceso directo al mar, el precio ronda los mil 150 dólares.
Para el presidente Evo Morales, las pérdidas de su país son cuantiosas y ocasionan una merma de casi 3 puntos de su crecimiento anual. “Si nuestro territorio robado fuera de nuevo de nosotros, el crecimiento económico sería 7,7 por ciento al año (…). Si sumaríamos esta deuda que tiene Chile desde 1979 hasta ahora, ¿cuánto debería Chile a Bolivia?”, se pregunta.
JI