El Covid-19 abrió una inmensa herida en la “mitad del mundo”, Ecuador. Las imágenes son sobrecogedoras: numerosos cadáveres son abandonados e incinerados en las calles. Los cuerpos de personas que en vida fueron padres, parejas e hijos se convirtieron en «desechos peligrosos» cuyos familiares deben conservar en sus hogares durante días porque no hay quién los recoja o se encargue de ejecutar los trámites del funeral y el entierro.
Este país sudamericano alberga poco más de 17 millones de habitantes y posee la mayor densidad poblacional del subcontinente. Guayaquil es la segunda ciudad en importancia y la más poblada del país con casi 2 millones 300 mil habitantes. En pocas semanas el virus le arrebató la vida a 1.500 personas, de acuerdo con los números suministrados por el ministro de salud de ese país, Juan Carlos Zevallos en una entrevista concedida a un canal internacional de noticias.
Esa cantidad contradice las cifras oficiales que arrojan que el número de fallecidos es de 145 personas. En sus declaraciones, Zevallos manifestó: “Esto es completamente indigno, esto es una muestra de no transparencia. Hubo un aumento sin precedentes del número de difuntos en la ciudad (Guayaquil) que pasan de 700 a 1500 muertos en un periodo muy cortito de tiempo, es algo que se volvió inmanejable”
VTactual conversó en exclusiva sobre este tema con el periodista Jorge Chávez, testigo de lo que está ocurriendo en Ecuador. Este profesional de la comunicación trabajó bajo la dirección de Eleazar Díaz Rangel en la Unidad de Investigación del diario venezolano Últimas Noticias durante 10 años, destacándose por sus trabajos sobre la situación penitenciaria en Venezuela y la cobertura de la emergencia humanitaria en Haití tras el terremoto en ese país caribeño. Posteriormente asumió la Dirección de de Investigaciones del diario Ciudad Valencia.

Un tema del que nadie quiere hablar
Sobre el origen de la epidemia en Ecuador relata que el brote surgió en la parroquia San Borondón, zona residencial exclusiva de la élite económica ecuatoriana. Este hecho coincidió con el final del asueto escolar y la llegada de muchas personas a Guayaquil que regresaron de sus vacaciones en Europa.
Además, “hay un tema del que nadie quiere hablar”: una fiesta de matrimonio con cientos de invitados que, en su gran mayoría, llegaron de Europa y varios de ellos estaban contaminados por el virus. Dicho evento se llevó a cabo cuando ya se conocía de la letalidad del Covid-19 y Ecuador se había puesto en alerta.
Jorge Chávez añade que a esto hay que sumar el total desatino del Gobierno que – mientras en gran parte de los países del mundo suspendieron los eventos masivos: culturales, deportivos y religiosos – en Ecuador no se tomó tal medida. La ministra del Interior, María Paula Romo, aseguró que se podían llevar a cabo porque no había peligro alguno. «Allí fue que le estalló en la cara al Gobierno del presidente Lenin Moreno, el contagio masivo principalmente en Guayaquil y Quito”.
Por otro lado, reconoce que también existe una falta de conciencia por parte de un sector de la población “que no entiende lo grave de la situación y sale a la calle sin protección, en horario restringido, provocando que cualquier esfuerzo por detener la pandemia, sea infructuoso”.
– ¿Cuál es el mecanismo establecido por las autoridades ecuatorianas para la detección y el tratamiento de los casos positivos?
No hay ningún mecanismo establecido. Simplemente quien se sospeche que pudiera estar contagiado con el virus y presente los síntomas, debe quedarse en casa a la espera de que Dios se compadezca de ellos, porque los hospitales en algunas provincias como el Guayas y Pichincha, están colapsados. Sólo los más afortunados, con relaciones en el sector del Gobierno o el de la salud, pueden llegar a tener la posibilidad de que se les aplique el test de descarte.
– ¿Está el sistema de salud pública ecuatoriano preparado para asumir una emergencia de estas dimensiones? ¿El gobierno ha tenido conversaciones o establecido acuerdos con países como Cuba, China o Rusia para atender la crisis humanitaria desatada por el Covid-19?
El Gobierno ecuatoriano está atendiendo los casos más severos en los hospitales. Pero en Guayaquil los centros de salud han cerrado sus puertas porque el número de enfermos se desbordó y no tienen materialmente ninguna capacidad de evaluar y medicar a todos los infectados.
El vicepresidente de Ecuador, Otto Ramón Sonnenholzner, ha dicho públicamente que existen las medicinas y el equipamiento necesario para enfrentar la pandemia. Sin embargo, médicos y personal de salud han hecho públicas sus denuncias manifestando que no cuentan con el equipo mínimo necesario, para salvaguardar su salud, pero que a pesar de ello, no han abandonado sus puestos de trabajo.
Oficialmente no se ha dado ninguna información sobre algún acuerdo de colaboración con Cuba o China.
– Llama la atención que no se tienen cifras claras ni confiables sobre el número de contagios y de fallecidos. ¿Quién maneja los registros oficiales? ¿Qué metodología están utilizando?
El registro oficial de contagiados, fallecidos y curados, lo lleva el “Centro de Operaciones de Emergencia” COE. Según el Gobierno, sólo son contabilizados los casos que ellos han tratado en los hospitales y clínicas y que han dado positivo al Covid -19. Sin embargo esas cifras podrían triplicarse porque el número de enfermos que han sido derivados a sus hogares y los que no informan o no saben que son positivos es gigantesco.
Ante la evidencia del número de muertos en casas y calles de Guayaquil, el Gobierno tuvo que aceptar en la voz del presidente Lenin Moreno, que las cifras que aportaron no eran las verdaderas y ha pedido que se sinceren los números.
– ¿Cómo evalúa las acciones de Lenin Moreno ante la epidemia?
Lenin Moreno ha desaparecido. Las acciones de su Gobierno no han sido efectivas. Desde que comenzó su gobierno y su distanciamiento con Rafael Correa, Moreno desatendió el sector salud. No sólo le disminuyo el presupuesto, sino que creó una crisis hospitalaria sin parangón. Lo que era normal – ir al hospital a solicitar una cita y te la daban para el día siguiente – derivó en una despoblación del personal médico al punto de que las citas eran dadas para entre tres y seis meses. Los hospitales ya no tienen medicamentos, despidieron a médicos y enfermeras, lo que contribuyó a que, en esta pandemia, sea totalmente ineficaz todo lo que han pretendido hacer, que es muy poco.

– La alcaldesa de Guayaquil, Cinthia Viteri, actualmente tiene posiciones enfrentadas con Lenin Moreno por su negligencia ante la crisis sanitaria ¿Qué opinión le merece?
La alcaldesa de la segunda ciudad más importante de Ecuador, desde su elección, no ha gobernado su provincia con la empatía que esperaban quienes votaron por ella. Se desentendió totalmente del problema y, aparte de evitar que aterrizara – con métodos poco ortodoxos – un avión de Iberia que llegaba para repatriar a cientos de españoles y europeos, no ha hecho absolutamente nada.
Ahora pretende lavar su imagen enfrentándose con Moreno, pero no deja de ser una farsa. Fue ella quien en octubre del año pasado lo protegió en la ciudad de Guayaquil, frente a las protestas de los indígenas y del pueblo ecuatoriano, que obligaron al Presidente a derogar un decreto que le quitaba el subsidio a los combustibles.
– El ex presidente Rafael Correa ha planteado una serie de alternativas económicas para superar la crisis del Coronavirus ¿Qué propuestas ha generado Moreno?
Ninguna. En lo más grave de la crisis, y cuando varios presidentes suramericanos suspendieron sus pagos a organismos internacionales como el FMI, Moreno pagó a sus acreedores y tenedores de bonos 380 millones de dólares dejando sin ayuda al sector salud.
Jorge Chávez concluye que la inutilidad de la polarización política que vive Ecuador desde hace 3 años, originada por el viraje hacia la derecha dado por Lenin Moreno, “sólo ha servido para que el presidente Moreno, le achaque a Rafael Correa la culpa de todos los problemas que, por su negligencia, se han dado hasta el momento”.
Enza García Margarit/VTactual.com
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