En el año 2014, se generó un gran movimiento popular y constitucional para nombrar al “joropo” como “Bien de Interés Cultural”. Para el beneplácito de todos los venezolanos, hoy 15 de marzo, se cumplen 6 años de enaltecer ante la Ley este género musical y dancístico, con la colaboración de muchos cultores, cantores entre otros relacionados a esta expresión artística popular. Cristóbal Jiménez, reconocido cantautor del joropo llanero y diputado para ese entonces, hizo la presentación del acuerdo el cual fue aprobado por el parlamento.
La celebración tiene una nueva ruta
El interés colectivo por la música y el baile que se manifiesta con este hermoso género va un poco mas allá. En el mes de febrero del 2020, se iniciaron mesas de trabajo en el Centro de la Diversidad Cultural de Caracas bajo la dirección del profesor Benito Irady, integradas por escuelas de música, cantantes y bailadores para el patrimonio y salvaguarda del joropo, todo con la finalidad de obtener un nuevo ingreso de la República Bolivariana de Venezuela a la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ante la UNESCO.
Tradiciones y raíces.
El joropo venezolano se honra y difunde en todos los estados del país, pero ciertas regiones ofrecen particularidades notables a este valor cultural. Su variedad se pasea por lo espectacular y lo sencillo, junto a su instrumentación con la parte vocal logrando que se fortalezca el arraigo y motivando a las futuras generaciones a preservar este legado como herencia cultural, tomando en cuenta que su origen procede del Fandango español, considerada como una fiesta popular en Venezuela en el siglo XVIII.
El joropo llanero marca la pauta
En los estados llaneros de Venezuela: Apure, Barinas, Guárico, Portuguesa y Cojedes; se muestra con una agrupación musical ejecutando el arpa, el cuatro, las maracas y el bajo eléctrico acompañando al cantante. El vestuario es muy importante, un sombrero ancho elaborado con pelo de guama, liqui liqui y alpargatas como calzado le dan un toque regio a los caballeros bailadores; en las damas el cabello va adornado con una flor, falda estampada a la altura de la rodilla, blusa blanca y alpargatas. Este joropo se baila haciendo muchas figuras. A nivel comercial, con grandes festivales, es el que más se ha difundido dentro y fuera de Venezuela.
La elegancia del Joropo central o tuyero
Este se caracteriza por mostrar en escena un arpista y un vocalista ejecutando las maracas. Abarca los estados Miranda -donde se ejecuta con la bandola-, el norte de Guárico, Aragua y Carabobo. Las canciones son de larga duración y el cantante puede durar hasta 30 minutos interpretando una pieza musical, dando así rienda suelta a los bailadores para que hagan figuras entre sus pasos valseados con zapateos fuertes hechos por el caballero para impresionar a los asistente de la fiesta. La indumentaria en los hombres y mujeres es elegante, vestidos, pantalones y camisas de tela fina con zapatos de suela.
Occidente con su joropo o baile de negros
El estado Lara muestra una variante muy interesante de este patrimonio musical y dancístico denominado “El Tamunangue” también conocido como “Son de Negros, Banda de Negros, Pangué o Baile de Negros”, vistosa por sus coreografías aplicadas en cada uno de sus ocho sones que son la Batalla, la Bella, Yeyevamos , Juruminga, El Poco a Poco, Perrendenga, Galerón y Seis Figureao. La agrupación musical ejecuta instrumentos de cuerda como el cuatro, el cinco, el octavo y utilizan la tambora golpera. Los hombres visten pantalón y franela blanca, pañuelo rojo atado al cuello, mientras que las mujeres usan falda floreada, blusa blanca escotada con bordados y ambos bailadores usan alpargatas.
El oriente venezolano y su encantador joropo
Anzoátegui, Sucre, Monagas, Bolívar y Nueva Esparta, se adornan con cantos dedicados a las faenas de los pescadores, personajes locales, hechos históricos entre otros; siendo así la musa perfecta de los cantautores de joropo oriental. Los grupos musicales dependiendo de localidad, ejecutan instrumentos tales como el cuatro, la bandola, mandolina, maracas, acordeón, tambor cuadrado -caja- y bajo eléctrico, elementos que le imprimen emoción a los encuentros, bien sea a orillas de la playa o en el campo. El joropo oriental se baila sin levantar polvo, sus pasos son suaves aún cuando el ritmo es acelerado. En la vestimenta el hombre luce sombrero de cogollo, pantalón color marrón y franela de rallas horizontales; las mujeres visten falda floreada con blusa blanca escotada y alpargatas.
Lisdhe Ramos/VTactual.com