Tal como lo había anunciado el presidente Hassan Rohani, de dar una respuesta «terrible» a los responsables del atentado del pasado 22 de septiembre contra un desfile militar, este lunes Irán lanzó misiles y drones contra un campo yhadista al este del Éufrates, en Siria.
El Cuerpo de los Guardianes de la Revolución indicó que el lanzamiento constó de seis misiles balísticos de medio alcance tierra a tierra, a 570 kilómetros de distancia de la sede donde se encontraban algunos responsables del atentado, y siete drones de combate que lograron «bombardear puestos y sedes de reunión de los terroristas«.
«La seguridad de la nación iraní es la línea roja de las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (…) harán todo su esfuerzo para proteger al Irán islámico, y garantizar su seguridad y paz», cita un comunicado oficial de los Guardianes de la Revolución.
Según el Observatorio Sirio para los DDHH, las explosiones lograron derribar el último bastión del autodenominado Estado Islámico en el sureste de Siria, cercana a la frontera iraquí.
El 22 de septiembre cuatro asaltantes con uniformes militares, abrieron fuego contra un desfile militar en Irán que conmemoraba la guerra de ocho años contra Irak. El ataque dejó un saldo de 29 muertos y más de 60 heridos, y fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
NA