A pesar de las amenazas que ha lanzado el gobierno del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, contra Irán, el mandatario persa, Hasan Rohaní, aseguró que su país continuará con la producción y exportación de petróleo.
Irán ha enviado una clara señal a Washington al poner en marcha tres plantas petroquímicas en la sureña ciudad de Asaluye, provincia de Busher, como parte de una estrategia destinada a enfrentar las “medidas de los enemigos”.
Los proyectos inaugurados comenzaron a perfilarse en medio de previas sanciones económicas, sin embargo pudieron ser llevados adelante.
Durante la actividad, Rohaní, aseguró que las intenciones de los Estados Unidos buscan aumentar la presión económica contra Irán para intentar paralizar la industria petrolera. “Nunca jamás podrán someter el país al dominio extranjero igual que lo hicieron durante la época previa a la victoria de la Revolución Islámica (1979)”.
Las acciones que emprende el país persa se dan en el marco de la reimposición de sanciones económicas por parte de la Casa Blanca contra Irán, que afecta a los sectores automotriz, aeronáutico y bancario.
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NP