InicioDestacadaEl giro que dio Latinoamérica y sus consecuencias #1eraParte

El giro que dio Latinoamérica y sus consecuencias #1eraParte

Latinoamérica no es la misma de hace una década. La derecha en el continente ha ido desplazando del poder a buena parte de los gobiernos de izquierda/progresistas que hace una década gobernaban en el continente, especialmente en Sudamérica. Las razones son diversas e implican variadas estrategias, pero lo cierto es que se ha hecho un gran esfuerzo por restaurar el modelo neoliberal en la región.

Para muchos sorprende que varios países de la región, donde se impuso una estrategia de crecimiento económico aunado a la ampliación de los derechos sociales de las grandes mayorías, hayan vuelto a gobiernos y modelos económicos que priorizan el bienestar de las élites económicas y de las trasnacionales en detrimento de la población en general. De acuerdo con la CEPAL, la brecha de la desigualdad en Latinoamérica descendió sostenidamente y a buen ritmo entre los años 2002 y 2014, pero desde 2015 muestra signos de estancamiento, justo cuando empieza el retorno de los gobiernos de derecha.

“Entre 2002 y 2014 la desigualdad cayó en la mayoría de los países de América Latina debido a que en términos globales los ingresos se volvieron más igualitarios, aunque las últimas mediciones dan indicios de una detención en este proceso de descenso”, señala un artículo de la Revista Cepal, publicada en abril de 2018. Los avances en materia de igualdad se deben en parte a una mejoría relativa de los ingresos laborales de los sectores de menores ingresos, gracias a políticas activas como la formalización del empleo y el aumento real de los salarios mínimos en varios países. También destaca el incremento de las transferencias monetarias hacia los estratos de menores ingresos, explica el organismo en otro artículo.

Latinoamérica
El giro político de los últimos años en la región ha frenado la reducción de la desigualdad en Latinoamérica, según datos de la Cepal.

Para el internacionalista Luis Quintana, en entrevista exclusiva para VTActual.com, este giro en la política latinoamericana obedece a varios factores, relacionados en parte con el desgaste propio del ejercicio del poder y errores cometidos durante los gobiernos de izquierda. “Siempre los que están en el ejercicio de poder resienten el paso del tiempo, porque las demandas, en la medida en que son satisfechas, dan pie a nuevas necesidades y éstas implican que los gobiernos deban reajustar o transformar sus métodos de trabajo y su oferta política porque si no, se quedan rezagados con respecto a las expectativas de la población”, explica Quintana como primer argumento.

Los medios y la derecha: dos caras de una misma moneda

Aparte de ello, existe un plan incisivo que conjuga un despiadado comportamiento de la derecha, y el papel de los medios de comunicación aliados a estas fuerzas y al poder económico. El analista recuerda que ningún gobierno de izquierda ha tenido una gestión fácil debido a la presencia de férreas oposiciones tanto nacionales como internacionales que han escamoteado los avances que ha propuesto la izquierda en sus programas de gobierno y sus decisiones políticas.

Latinoamérica
Dilma Rousseff (izq.) fue cuestionada y destituida por supuestas «irregularidades administrativas» mientras que Michel Temer (der.) ha gobernado Brasil en medio de escandalosos y notorios actos de corrupción y sin haber recibido un solo voto para ser presidente del gigante sudamericano.

“Es evidente que hay errores múltiples en las gestiones, y por supuesto pesa también el hecho de que no se ha podido vencer el cáncer de la corrupción, que es consustancial al ejercicio del poder pero no se ha vencido, no se luchado de forma eficaz y de tal forma que pueda contrarrestar esa matriz incisiva de la derecha y de los medios trasnacionales de que un gobierno de izquierda es igual a un gobierno corrupto, cosa que es mentira, pero es una matriz que refuerza su eficacia en la medida en que los gobiernos progresistas no toman medidas contundentes contra la corrupción interna y externa”, argumenta Quintana.

Los errores que han cometido los gobiernos de izquierda en Latinoamérica, que en muchos casos son criticables pero inocentes comparados con las decisiones de la derecha en el poder, han sido usados como arietes para golpear reiteradamente la imagen de las gobernanzas progresistas con la intención de desgastarlas frente a la ciudadanía, lo suficiente como para vencerlos en una contienda electoral.

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Los gobiernos de izquierda han sido duramente atacados para dañar su imagen y disminuir su apoyo popular.

“Justamente esta matriz de la corrupción se ha multiplicado por los efectos que tiene la intervención de los medios de comunicación y en este sentido, los medios han proyectado que los gobiernos de izquierda son gobiernos débiles, que no respetan la ‘voluntad democrática’; hay una serie de adjetivos descalificativos que se asocian con los gobiernos de izquierda, que buscan socavar la confianza de la población en sus líderes y al mismo tiempo manchar la integridad y la entereza de los grandes líderes latinoamericanos. Ahí están los casos de Rafael Correa, Evo Morales, Cristina Fernández, Lula”.

Paralelo a este ataque contra los líderes de la izquierda en Latinoamérica, también se busca descalificar la fórmula exitosa de sus gobiernos, que combinan crecimiento con inclusión y desarrollo social. La izquierda demostró que podía existir crecimiento económico sostenido con reducción de la desigualdad, con ampliación de los derechos sociales de las mayorías. Evidentemente cuando se expanden los derechos de la población, en esa misma medida se recortan las ganancias de las grandes empresas, nacionales y trasnacionales, afirma Quintana.

“Ellos (la derecha) operaron de manera muy eficaz en algunos países de Latinoamérica, para vender la idea de que los errores cometidos por los gobiernos progresistas debían ser superados por una fórmula que combinara el libre mercado con los derechos sociales; al menos esas fueron las ofertas que hicieron presidentes como (Mauricio) Macri, que prometía libre mercado pero al mismo tiempo prometía sostener los logros sociales de la era de Kirchner, cosa que evidentemente no hizo apenas llegó al poder”, sentenció el internacionalista.

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Macri prometió en su campaña un cambio positivo para Argentina pero lo cierto es que han sido los grandes capitales los más beneficiados con sus cambios, mientras la pobreza aumenta.

JA

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