La situación en la zona fronteriza entre Estados Unidos y México, podría agravarse debido a las futuras decisiones del presidente norteamericano, Donald Trump, marcadas por su sentir xenófobo que pone en riesgo, no sólo la seguridad de los migrantes mexicanos sino también la economía estadounidense.
Un estudio desarrollado en el año 2017 por investigadores del Colegio de la Frontera Norte (Colef), aseguraba que la alimentación estadounidenses dependían en gran porcentaje de los mexicanos, ya que gran parte de los migrantes de este país trabajaban en la agricultura y la pesca.
En ese entonces el estudio reseñaba que al menos 10 mil mexicanos que se dedicaban al sector agricola y tenían visa para trabajar en EEUU están bajo incertidumbre debido a las amenazas del inquilino de la Casa Blanca.
De cumplir con sus amenazas de cerrar completamente la frontera, el presidente Donald Trump pondría en un estado de desequilibrio el flujo de aproximadamente mil 700 millones de productos que diariamente se importan desde el territorio azteca hacia suelo norteamericano.

De acuerdo con el Departamento Agrícola de los Estados Unidos, México es el principal socio en este rubro de Norteamérica, cuyas compras alcanzan el 78 por ciento de las importaciones mexicanas.
Otras de las áreas que se vería interrumpida es la industria automotriz, ya que, de acuerdo con señalamientos de especialistas, de producirse un cierre en la frontera las empresas estadounidenses cerrarían en una semana ya que cada planta depende de piezas fabricadas en México.
Es indispensable resaltar la importancia de la mano de obra mexicana para EEUU, pues los migrantes se desempeñan en innumerables oficios que la población estadounidense historicamente se ha negado a ejercer.
YR