El presidente de Francia, Emmanuel Macron, presentó una propuesta de reforma sanitaria que costaría a la nación 3.400 millones de euros. Con la propuesta planea preparar el sistema de salud para los próximos 50 años.
Entre las medidas que propone destaca formación de más médicos, más puestos de asistentes para liberar a los facultativos, de lo que en 2015 los galenos en Francia rechazaron como «degradación burocrática».
El presidente además destacó que hay que tomar medidas para reducir el atasco en las urgencias por lo que dijo que los médicos recibirán incentivos para ocuparse de las urgencias no hospitalarias.
Propuso ante el Eliseo abrir centros de salud con médicos de diversas especialidades y la reorganización de los diferentes hospitales que les permita dedicarse sólo en sus especialidades. Prometió el envío de doctores a zonas rurales y la reorganización del sistema hospitalario.
Sobre la ausencia de médicos en territorios facilitar la formación y se eliminará la «nota de corte» para acceder a estudios. «Tenemos que formar bien y suficientes médicos», destacó Macron.
Sin embargo a finales de 2016 galenos protestaban en las calles exigiendo mejoras en condiciones de hospitales y por demandas salariales
“Los hospitales son un polvorín. Hemos tenido decenas de casos de suicidios al año. Hemos pasado de un plan de austeridad a otro”, decía en su momento el secretario general del sindicato Sud Santé Sociaux, Jean Vignes.
El programa fue presentado a la par de la reforma aclaró que el sistema sanitario francés a su juicio «es uno de los mejores del mundo», pero requiere de una reestructuración para adaptarlo al futuro.
EC