El Congreso español rechazó la nueva senda de déficit diseñada por el Gobierno del presidente Pedro Sánchez que aliviaba y daba más aire a las administraciones para cumplir –según prometió- “los objetivos de déficit y deuda, así como el techo de gasto para el próximo año”.
Esta ha sido la votación más importante a la que se ha enfrentado hasta el momento el nuevo presidente del país europeo… y la perdió por la falta de apoyos -tanto desde la derecha como desde la izquierda-.
El Gobierno necesitaba una mayoría de votos a su proyecto, pero ha recibido 173 negativas de los grupos parlamentarios del PP, Ciudadanos, Bildu, UPN, Foro y Coalición Canaria, por apenas 88 votos favorables del PSOE y PNV.
El resto de los grupos se abstuvo , entre ellos Unidos Podemos, Compromís, ERC, Nueva Canarias y PDeCat.

Compromisos con la UE
La senda fiscal es el nombre con el que se conocen los objetivos de estabilidad que cada país comunitario pacta con la Unión Europea (UE).
Recordemos que el Gobierno de Rajoy se comprometió con Bruselas a cerrar este año con un déficit de 2,2% y reducirlo progresivamente hasta lograr superávit en 2021. Sin embargo, luego aprobó unos presupuestos que contenían una expansión de gasto y unas rebajas fiscales y los expertos económicos ya intuían entonces un desvío sobre el objetivo.
Entonces vino la moción de censura contra Rajoy. El Gobierno socialista facilitó la aprobación de aquellas cuentas… y después pactó un alivio de los objetivos con Bruselas para que el agujero este año fuera de 2,7% (cinco décimas más), en 2019 del 1,8% (otras cinco décimas más) y alcanzar el superávit un año después, en 2022.
En este caso, como se trata de la senda fiscal 2019-2021, incluyen el techo de gasto para el año 2019 y los dos años posteriores, una referencia para que las comunidades puedan elaborar sus cuentas regionales.

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