Esta semana, el padre jesuita Numa Molina publicó un artículo en el portal web Aporrea en el que expone una conversación que tuvo con la exagente italiana, Mary Pace, quien le aseguró que al Presidente Hugo Chávez le fue inoculado el cáncer que provocó su muerte en 2013.
“La experta en inteligencia tiene en su haber una investigación sobre dos de los atentados contra «el Comandante Eterno, Hugo Chávez» como textualmente lo llama en su último libro al que titula Ennegrecida de Rabia. En esa obra explica cómo el cáncer que le causó la muerte al presidente fue provocado. Pace incursiona también en la vida de otros políticos ya fallecidos, entre ellos Muamar Gadafi y otros personajes importantes que han sido desaparecidos por el terrorismo norteamericano”, señala el referido artículo.
Sobre a uno de los dos atentados, Pace asegura que la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) entrenó perros de gran tamaño aplicándoles un tratamiento conductista; por un lado los amos daban un trato muy amoroso, y por el otro mucha violencia psicológica siempre relacionada con Chávez. Todos los días, un doble de Chávez se divertía golpeando y torturando atrozmente a los cachorros; en una fase posterior los tratos violentos eran asociados a la voz del Comandante y a prendas con su olor. El objetivo era que los perros atacaran a Chávez en algún acto público una vez percibieran su voz, su olor, su imagen.
Sobre el otro atentado, la ex agente señala que los perros, cargados por explosivos, se acercarían al avión presidencial poco antes de despegar para hacerlo estallar o algo menos, dañarlo para comprometer su aterrizaje.
Con respecto al cáncer de Chávez, la investigadora señala que de acuerdo a documentos desclasificados del Pentágono (Ministerio de Defensa) y obtenidos por Associated Press (AP) en 1995 a través de la Ley de Acceso a la Información (FOIA), ya para 1948 los estadounidenses trabajaban en el desarrollo de un arma de radiación, y que un informe de 1969 afirmaba, tras varias investigaciones, que un arma de tal naturaleza es capaz de producir graves patologías e incluso, la muerte de la persona.
“Según Pace se trata de un instrumento que emite radiaciones continuas de alta frecuencia entre 1 y 2 GHz llamado «CTX 4000» y dispone de una potencia de un kilovatio. Cuando se apunta con él sobre un objetivo humano por un determinado período de tiempo es capaz de ocasionar ‘serios e irreparables daños a la salud’ y agrega que a esto ‘se une la circunstancia de que la Embajada de los Estados Unidos en Venezuela fue en verdad el cuartel general de la Inteligencia. Ella fungía de base de apoyo para un copioso número de agentes los cuales desarrollaban constantemente sobre el territorio venezolano ilícitas actividades clandestinas’ y basada en esta información que la ex agente italiana maneja afirma que es ‘altamente probable que tal instrumento fue empleado incesantemente por los estadounidenses, con el fin de provocar la letal forma tumoral al Presidente Chávez’”, indica el artículo.
“La ex agente Pace también deja claro en su libro que según algunos dossier de la estadounidense National Security Agency, NSA, Chávez estaba dentro de los seis objetivos principales de la inteligencia americana ya desde el 2007. La patología que golpeó la salud de Chávez era sumamente rara y extremadamente insidiosa a decir del actual presidente Nicolás Maduro. En el historial médico de la familia Chávez nunca se habían manifestado casos de cáncer por lo que su enfermedad no tenía que ver ni siquiera con una predisposición genética”, sentencia Molina.
Esta información coincide con los datos revelados por Edward Snowden, ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) y perseguido por la justicia estadounidense por revelar el programa de espionaje masivo de la mencionada agencia durante el gobierno de Barack Obama, que interceptaba informaciones tanto de la ciudadanía estadounidense como de gobiernos extranjeros, inclusive aliados.
Los documentos filtrados por Snowden, y publicados en el periódico alemán ‘Der Spiegel’ hacen referencia a un poderoso equipo desarrollado por la NSA que emite radioondas continuas de alta frecuencia contra un blanco para monitorear y capturar todas sus comunicaciones. Según el documento ultrasecreto de la NSA, el equipo de nombre CTX4000, es “una unidad radar portátil de ondas continuas (CW). Puede ser utilizado para iluminar a un blanco para recuperar información fuera de la red”.
Además de servir como instrumento para obtener información delicada, que no podría ser obtenida de otra manera, el aparato podría inocular patologías severas debido a la constante exposición de ondas, tal como lo indica la italiana.
Los documentos filtrados por Snowden también revelaron que el Comandante y su gobierno estaban en la lista de los seis blancos principales del espionaje estadounidense, por lo menos desde 2007.
Del mismo modo, las investigaciones de Eva Golinger, abogada estadounidense, han vinculado al ex jefe de la Guardia Presidencial, Leamsy Salazar, con planes de magnicidio. Salazar vive actualmente en Estados Unidos y es protegido por el gobierno gringo, tal como el reconocido terrorista Luis Posada Carriles y otros mercenarios al servicio imperial. El ex guardia fue durante muchos años persona de gran confianza del líder venezolano e incluso era quien supervisa y/o entregaba alimentos, agua y café al Comandante.
Al tratarse de la CIA, todos estos elementos y muchos otros que no caben en estas líneas, indican que EE.UU. probablemente podría estar detrás de la muerte de Chávez, quien fue uno de los principales enemigos del gobierno yanqui, como lo demuestra el hecho de que “la Casa Blanca creó una misión especial de inteligencia para Venezuela que reportaba directamente al director nacional de Inteligencia, por encima de la CIA y las otras 15 agencias de inteligencia en Estados Unidos. La misión especial era completamente clandestina, contando con grandes recursos y capacidades. Solo existían otras dos misiones de ese estilo: para Irán y Corea del Norte. Incluir a Venezuela con dos países enemigos declarados de Washington era indicador del nivel de amenaza que representaba Hugo Chávez para el poder estadounidense”, revela Golinger.
También llama la atención que a varios presidentes de Latinoamérica les haya sido diagnosticado cáncer en el mismo periodo de tiempo: Lula Da Silva, Dilma Rousseff, Fernando Lugo, Cristina Fernández, Juan Manuel Santos.
Solo basta con dar un recorrido por las páginas de la historia de la CIA y del gobierno de EE.UU., a través de sus propios documentos desclasificados para evidenciar lo macabro de la política exterior estadounidense que cuenta con sabotajes, desestabilización económica, política, propaganda negra, noticias falsas, elecciones compradas, asesinatos, magnicidios, y un largo etcétera. Jason Bourne y el programa Treadstone se quedan pendejos.
JA