Evo Morales podría estar enfilado hacia su cuarta reelección consecutiva. El primer presidente indígena en un país con más del 62% de su población que se reconoce como indígena, cuenta con las preferencias de la mayoría de los votantes en una campaña llena de ataques contra su gestión y el distanciamiento con Washington por sus políticas económicas en detrimento de la región y sus agresivas políticas migratorias.
Según una encuesta difundida por medios de comunicación locales, Evo Morales adelanta con 34% a su más cercano contendor, el conservador Carlos Mesa, que ostenta el 27% de las preferencias. Esta diferencia entre ambos candidatos es tan solo de 7 puntos y obligaría a una segunda vuelta, en la cual el candidato opositor podía resultar favorecido, según el estudio de opinión.
Las elecciones en Bolivia establecen que si alguno de los candidatos no supera la barrera del 50% de los votos válidos, se irá a un balotaje. Otro caso contempla una segunda vuelta si el candidato con mayor votación tiene más del 40% de los votos válidos, pero no supera en más del 10% a su más cercano contendor.
Los indecisos definen
Según el estudio, un elevado 22% de indecisos definirán las elecciones pautadas para el 30 de octubre en Bolivia. Este porcentaje se ha venido reduciendo desde junio pasado hasta la fecha, pero aún sigue siendo bastante amplio como para conducir a una victoria a las fuerzas políticas en pugna.
El mandatario boliviano y aspirante a la reelección, fue avalado por un fallo constitucional de su país, reconocido por las Naciones Unidas, para optar por una cuarta reelección, luego de un pedido de la oposición de su país para que se le prohibiera hacerlo. “Piden auxilio e intervención al Gobierno de Estados Unidos. Piden en la OEA (Organización de Estados Americanos) y fracasan (…) intentan usar al Gobierno de Brasil, fracasan, ahora van al Gobierno de Colombia, qué vergüenza”, dijo Morales en relación a la oposición de su país.
RB