El presidente de Bolivia, Evo Morales, demostró una vez más al mundo su compromiso con lo que las etnias indígenas llaman con orgullo la “Pachamama” (Madre tierra). Despojado de la condición de sobriedad que supone el cargo de presidente, el mandatario andino se puso un uniforme de bombero y se sumó a los escuadrones que en su país intentan apagar el fuego que consume ese lado de la Amazonía.
El jefe de Estado boliviano fue captado en acción en el departamento de Santa Cruz, lugar azotado por el fuego desde hace casi tres semanas. En medio de un paso de revista por parte de la autoridad a las zonas afectadas, Morales pidió aterrizar en uno de los claros donde había un grupo de bomberos sofocando las llamas. Acto seguido tomó una pala y una manguera y se puso a trabajar junto al equipo de profesionales y voluntarios.
«Duele ver tanto quemado, pero siento que también cuidamos y evitamos el incendio hacia Paraguay y Brasil», declaró a la prensa Morales, quien informó que el equipo de bomberos al que se sumó, trabajó en la sofocación de cuatro puntos “pero siento que por el calor sigue repitiéndose, pero nos damos cuenta que es posible apagar trabajando conjuntamente», agregó el presidente.
Una ayuda que se nota
El presidente Evo Morales contrató un avión SuperTanker, considerado el avión bombero más grande del mundo, con el cual se han apagado casi 7 mil focos de incendio de los 8 mil reportados inicialmente. Esta aeronave trabaja conjuntamente con helicópteros y otros aviones más pequeños para hacer el trabajo más rápido y eficiente. También las cuadrillas terrestres han aportado su grano de arena pese al intenso calor que en la zona supera los 40 grados centígrados.
Por otra parte, el gobierno boliviano asistirá a un pequeño grupo de familias damnificadas otorgándoles nuevas viviendas. Ocho casas sufrieron pérdida total, pero no hubo víctimas mortales que lamentar. El presidente Morales hizo una pausa en la campaña electoral para atender la emergencia que vive su país.
RB