Pedro Sánchez perdió el apoyo de Esquerra Republicana para la aprobación del presupuesto del reino de España para el año 2019 y se enfrenta nuevamente a una compleja situación de cara a la discusión de las cuentas del país por parte de la Unión Europea, que desde este lunes analizará los proyectos enviados por los 28 Estados que la integran.
La acción de Esquerra Republicana tiene una sola lectura: es un castigo por la ratificación de la Fiscalía sobre las penas de los presos políticos que históricamente luchan por la libertad y la democracia en el país europeo.
De acuerdo con Joan Tardá, portavoz del grupo parlamentario de Esquerra, su partido no negociará la partida presupuestaria si el Gobierno presidido por Sánchez no insta a la Fiscalía a retirar las acusaciones contra los presos encarcelados. «La justicia española solo tiene un guion: el de la venganza y escarmiento (…) Solo cabe una solución: la absolución. No han delinquido. Dar la voz al pueblo no es un delito».
En líneas generales, la falta de apoyo parlamentario no es el único problema que enfrenta Sánchez. Para obtener el apoyo de la bancada de Podemos, el Jefe de Gobierno tuvo que negociar diferentes puntos, entre ellos el aumento del salario mínimo a 900 euros y el incremento en las partidas destinadas a educación, salud, pensiones y desempleo, lo que se tradujo en un aumento del gasto que alertó inmediatamente al Fondo Monetario Internacional.
Poul Thomsen, director del Departamento de Europa del FMI realizó la advertencia al Ejecutivo del reino español en referencia a las medidas que contempla en los próximos Presupuestos Generales del Estado, parte de cuyo contenido ha pactado el PSOE con Podemos.
Entre tantas controversias generadas por la discusión del proyecto, cabe esperar cuál será el desenlace y si finalmente los súbditos del reino, quienes siempre son los más afectados, podrán beneficiarse de alguna de estas medidas.
ARG