En una reciente entrevista brindada por el premio nobel de Economía 2008 Paul Krugman a una agencia internacional de noticias, el hombre denunciaba lo que para muchos contribuyentes estadounidenses no resulta un secreto: el afán de #DonaldTrump de eximir de imposición fiscal a la clase más poderosa de EE.UU., justamente los que más deberían pagar tributos. Así, la nación norteamericana ya luce como todo un paraíso fiscal de multimillonarios.
El también docente de Economía y Asuntos Internacionales de Princeton y de la Universidad de Nueva York señala que “dar exenciones fiscales a ricos y grandes empresas” explica el “enorme déficit que acumula la Administración de Trump” en recursos que no reinvierte en beneficio del pueblo.
Es la razón por la que, a su juicio, y hoy más que nunca, los demócratas tienen la opción de volver a gobernar EE.UU., aunque la posibilidad genere las más “amargas quejas” en la minoría más adinerada del país.
Y dice sin tapujos: “No me importa si un multimillonario acaba reduciendo su riqueza de 2 mil a mil 900 millones, no creo que eso vaya a dañar la economía”.
Paraíso fiscal, grandes capitales y cambio climático
Entre las cosas que Krugman le ha criticado a #DonaldTrump es que los grupos de presión que representan al sector de la energía fósil están muy organizados en torno a la figura de exmagnate inmobiliario, además de que han gastado mucho en propaganda y han comprado muchas más voluntades políticas, lo que coloca a la humanidad en el camino hacia la autodestrucción debido a la exacerbación de la emisión de gases invernadero y, por consiguiente, del cambio climático.
Y aunque reconoce que hay empresas comprometidas con el planeta, dice que hay que “cogerlas con pinzas”, porque ejemplifica: “Cuando la petrolera BP dice que tiene una política de cero emisiones nadie parece saber lo que eso significa exactamente”. Y los resultados contra el medio ambiente saltan a la vista.
Trump y los impuestos a las corporaciones tecnológicas
Cualquiera de las políticas económicas de la administración actual le resultan a Krugman un verdadero dolor de cabeza y, de hecho, critica especialmente la resistencia que muestra Trump frente a la “tasa Google”, una corriente global a favor de gravar determinados servicios de las multinacionales tecnológicas para evitar que no paguen impuestos en los países en los que operan.
Y es que el autor de diversos bestsellers cree que estas grandes compañías “distorsionan el mercado” al eludir el pago de impuestos radicando sus sedes en territorios con baja carga fiscal.
Por tal razón, dice que su Gobierno “se equivoca (…) ¿Por qué las compañías digitales han de tener una ventaja fiscal sobre las tradicionales? Deberían estar pagando impuestos igual que lo hacen todas las demás” y descarta que este tipo de impuesto tenga efectos negativos, frente a quienes piensan que su coste se trasladará a los usuarios de los servicios gravados.
Bajo esta óptica, Trump definitivamente convirtió a EE.UU. en el paraíso fiscal para los grandes capitales, sin importar el sector económico al que estos pertenezcan.
Bernie, “la mejor opción”
Y aunque a la agencia informativa en cuestión no le ofreció detalles de su preferencia política, el laureado economista sí uso su cuenta en la red social Twitter, este domingo, para explicar las bondades de una cada vez más probable candidatura de Bernie Sanders. Y más aún, resaltó la principal característica que diferencia al demócrata del actual mandatario.
En principio, destaca que Sanders “NO es una versión izquierdista de Trump. E incluso si no se está de acuerdo con sus ideas, hay que decir que él no es un aspirante a gobernante autoritario”.
Well, Bernie Sanders is now the clear favorite for the Democratic nomination. Lots of things to say about that, but the most important is that he is NOT a left-leaning version of Trump. Even if you disagree with his ideas, he's not a wannabe authoritarian ruler 1/
— Paul Krugman (@paulkrugman) February 23, 2020
Además, cree que bajo una Presidencia de Sanders “EE.UU. seguiría siendo EE.UU., tanto porque Sanders es un hombre infinitamente mejor que Trump como porque el Partido Demócrata no permitiría el abuso de poder de la forma en que los republicanos lo hacen”.
También lanza la siguiente reflexión: “Y si te preocupa su agenda económica, ¿cuál es tu preocupación, exactamente? ¿Que tendrá déficits presupuestarios? Trump ya lo está haciendo, y los efectos económicos han sido positivos” (pero cabe decir que para las variables macroeconómicas, porque los sectores menos privilegiados de la sociedad siguen muy al margen de los beneficios).
FF/VTactual.com
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