Tras un año de fuertes golpes a la economía venezolana, el dólar cierra el año siendo una «válvula de escape» para los venezolanos, así lo aseguró el presidente de la República, Nicolás Maduro, en una entrevista televisiva a mediados del mes de noviembre. Sin embargo este es un acceso que no es libre para toda la población.
“Ese proceso que llaman de dolarización puede servir para la recuperación y despliegue de las fuerzas productivas del país y el funcionamiento de la economía. Es una válvula de escape, gracias a Dios existe”, afirmó Maduro
“Quizás lo que voy a decir puede ser un pecado para los dueños de los dogmas, pero yo sí te voy a decir una cosa, yo no lo veo mal, no lo veo mal, me declaro pecador”, agregó antes de afirmar que el fenómeno surgió por la “autorregulación necesaria” de la economía venezolana.
La aseveración fue acertada para unos y errada para otros. Sin embargo, los resultados al cierre de este año dan cuenta de que el presidente está en lo correcto, debido a que la inflación inducida en el país por el bloqueo económico se ha visto frenada en cierta medida a través de la adquisición de productos con divisa extranjera.
Actualmente en Venezuela, el bolívar fuerte es la moneda oficial junto con el petro, que es la criptomoneda del país, y ambas son las divisas oficiales más usadas, sin embargo el uso de dolares de manera informal es lo más usado hoy en día.
El precio del dolar paralelo marca los precios en el país. La caída parcial de la producción petrolera y las sanciones aplicadas por Estados Unidos, han obligado al gobierno de Maduro a mediar entre el control de cambio y las empresas privadas.