Mucho se habla en la prensa internacional (extrañamente alineados sin investigar nada a fondo) sobre los supuestos nexos del gobierno venezolano con el narcotráfico. No obstante, la gigantesca patraña se evidencia al momento de comprobar la imposibilidad de conseguir una evidencia consistente por parte de los acusadores: la oposición venezolana y el gobierno gringo.
En contraste, al hablar de los carteles de Medellín, de Cali, de Sinaloa, de los Zetas, las pruebas de su violencia y operaciones son abrumadoras. Igualmente son otros casos de cooperación entre gobiernos que “extrañamente” no han sido atacados por el gendarme estadounidense mundial ni por organismos regionales como la OEA.
El portal web Republic publicó recientemente una lista de cómo autoridades gubernamentales han cooperado con grupos terroristas y narcotraficantes, demostrando la gran hipocresía que reina en Occidente.
Países Bajos
A principios de los años 2000 tuvo lugar un escándalo que le costó el cargo a dos ministros de Justicia holandeses. Las autoridades de Países Bajos habían detenido al narcotraficante Cees Helman por llevar grandes cantidades de hachís a ese país europeo y le confiscaron dinero y objetos por valor de 5,5 millones de florines (más de 2 millones de euros), pero no consiguieron comprobar su origen criminal.
Entonces se le propuso a Helman pagar una multa de 750.000 florines (340.000 euros) y quedarse el resto del dinero, una oferta que el narcotraficante aceptó. Cuando la historia salió a la luz en 2014, el Ministerio de Justicia aseguró que todos los registros de la transacción se habían perdido. Sin embargo, más tarde los documentos fueron localizados. Como consecuencia, el Ministro de Justicia holandés, Ivo Opstelten, y su secretario de Estado, Fred Teeven, dimitieron en 2015. El 27 de enero de 2017 dimitió Ard van der Steur, Ministro de Justicia desde 2015, que intentó ocultar los hechos cuando ostentaba el cargo de diputado a principios de los años 2000.
Estados Unidos
Los servicios especiales estadounidenses han sido acusados en varias ocasiones de haberse involucrado en el narcotráfico, por ejemplo, durante la guerra civil de Nicaragua. Pero también podrían tener conexión con cárteles narcotraficantes mexicanos. En enero de 2014 el periódico ‘El Universal’ publicó una investigación según la cual la Agencia Antidrogas de EE.UU. (DEA, por sus siglas en inglés) se alió con el cártel de Sinaloa para asestar un golpe a organizaciones rivales. Los agentes estadounidenses presuntamente se comprometieron a no perseguir al cártel de Sinaloa a cambio de que éste les proporcionara información sobre otros grupos narcotraficantes.
La investigación tuvo en cuenta testimonios de funcionarios estadounidenses y mexicanos, así como los documentos del caso de Jesús Vicente Zambada Niebla, hijo de uno de los líderes de Sinaloa. Según el diario, los agentes de la DEA se reunieron en numerosas ocasiones con los líderes del cártel. Según señaló Zambada, los estadounidenses le prometieron retirar los cargos en su contra y no perseguir a otros cabecillas del grupo a cambio de su cooperación.
Brasil
A principios de 2017 la crisis del sistema penitenciario brasileño provocó motines carcelarios que dejaron decenas de víctimas y que tuvieron como pretexto un conflicto entre dos estructuras criminales. Como se supo más tarde, en 2015 las autoridades del estado de Amazonas cerraron un acuerdo con uno de los líderes del grupo Familia del Norte que estaba encarcelado. Según un informe policial, un funcionario se reunió con el narco para poner fin al poder del grupo criminal rival Primer Comando de la Capital. No obstante, la influencia de las autoridades locales en la cárcel fue disminuyendo, a medida que aumentaba la de la Familia del Norte.
Según ‘The New York Times’, las autoridades cooperaron con el Primer Comando de la Capital en 2006, cuando prometieron a los miembros del grupo mejorar las condiciones de su encarcelamiento a cambio de apoyo durante unos disturbios en São Paulo. Más tarde los representantes del grupo confirmaron el hecho, aunque a nivel oficial nunca fue reconocida la existencia de tal acuerdo. No obstante, el corrupto e ilegítimo gobierno de Michel Temer es uno de los principales agresores de Venezuela en el seno de la OEA y el Mercosur.
Con información de RT.
JA