La operación que condujo a la captura del General Ángel Vivas habría sido una de las más creativas en la historia de la Inteligencia venezolana, según se desprende de una publicación en el portal web La Patilla.
El referido medio habría logrado entrevistar a Estrella de Vivas, la esposa del General, que además se define en su perfil twitter como una «nacionalista» a la diestra de lo diestro.
En el año 2014, durante las manifestaciones violentas protagonizadas por la oposición, el General Ángel Vivas ofreció lecciones gratuitas de terrorismo a través de las redes sociales.
Desde su cuenta Twitter instruyó a los manifestantes sobre cómo enfrentar a las autoridades. Versado en el arte de la guerra, se le ocurrió compartir sus conocimientos para la comisión de delitos graves como el asesinato: instó a los manifestantes a cruzar alambre galvanizado en las vías para «neutralizar» a las «hordas motorizadas». Es decir: asesinar civiles.
La táctica letal cobró la vida de dos venezolanos: Elvis Durán de La Rosa, en el estado Miranda, y Doris Elena Lobo en el estado Mérida.
Desde el año 2014 pesa una orden de detención contra Vivas. El General permaneció hasta el día de hoy atrincherado en su casa, fuertemente armado y dispuesto a batirse a duelo con la autoridad que tocara la puerta de la casa.
Una cuestión de actitud
«Todo inició alrededor de las 10:30 de la mañana de este viernes cuando en su casa, ubicada en la urbanización Prados del Este de Caracas, se colisionó un vehículo conducido por un joven de aproximadamente 20 años de edad», relata La Patilla.
“Yo le dije al joven que tuviera más cuidado y él me dijo que lo disculpara porque se distrajo con el teléfono… El que salió fue mi esposo y fue en ese momento cuando fue abordado por sujetos vestidos de negro”, declaró Estrella Vivas al portal.
Aunque la señora Vivas indica que no mostraron orden de allanamiento (¿del derecho de frente?) o de detención (¿de hace tres años?) ni se identificaron (supuestamente), aunque en el uniforme se podían leer unas siglas que «podrían ser de la DGCIM (Dirección General de Contra Inteligencia Militar)…»
Lo que se desprende del relato es que una operación de contrainteligencia fue lo suficientemente impecable como para lograr la captura de un prófugo de la justicia, atrincherado en una zona residencial, fuertemente armado y protegido por los medios de comunicación.
La simplicidad de la detención, sin generar daños ni pérdidas, evidencia la eficiencia de los cuerpos de seguridad del Estado venezolano que apostaron por el ingenio y tendieron una «trampa» impecable. No hubo necesidad de entrar: Mahoma fue a la montaña…
LC