Transparencia Internacional, en su informe Índice Global de Percepción de la Corrupción de 2018, publicado a comienzos de esta semana, ubicó a México en la posición número 138, de los 180 países evaluados por la organización en materia anticorrupción.
La nación perdió 33 puntos en el ranking mundial durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, encontrándose para el 2012 en el puesto 105 al comienzo del mandato del dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La evaluación deja a México por debajo de todos los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de la cual forma parte desde el año 1944, y lo sitúa apenas por encima de Guatemala y Nicaragua, al final de la lista.
El Índice Global dejó en evidencia la ineficacia de las políticas en materia anticorrupción emprendidas durante la administración de Peña Nieto, que poco o nada hicieron. A esto se suma los escándolos de corrupción en los que se vieron envueltos algunos miembros de su gabinete, su partido y hasta su esposa, Angélica Rivera.
Le corresponderá a Andrés Manuel López Obrador limpiar la imagen de México, quien llegó a la Presidencia de ese país con la promesa de adecentar un sistema corroído por el flagelo de la corrupción.
YBV