Durante el golpe de abril de 2002 en Venezuela, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos fue una de las pocas organizaciones internacionales en sumarse a a las acciones golpistas y reconocer al gobierno de facto de Pedro Carmona Estanga, empresario que encabezó el gobierno de 48 horas.
Durante el golpe, la Cidh envió una carta en la que se dirige al ministro de Relaciones Exteriores de Carmona como «Excelentísimo ministro», mientras se refiere al presidente constitucional, objeto entonces de un secuestro por parte de fuerzas fácticas como «el señor Hugo Chávez».
La Cidh tampoco se pronunció nunca sobre las masacres y sistemáticas violaciones de derechos humanos que emprendieron los gobiernos de la llamada cuarta República, contra todo el que pensara distinto.
Esa es la institución que por estos días se pronuncia contra la actuación del Estado venezolano, frente a los actos terroristas emprendidos por la derecha venezolana ¿Qué defiende la Cidh entonces?
Al respecto de este tema se pronunció este lunes el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Derechos Humanos de Venezuela, Larry Devoe, consideró que esta instancia alienta la actuación de los grupos violentos que han atentado contra los derechos fundamentales de la población e instituciones públicas y privadas.
Devoe rechazó que la Cidh «ignore graves hechos violentos de grupos opositores, su silencio alienta la violencia», dijo e invitó al organismo a favorecer el diálogo en el país.
JS