Mecanismo de rieles, ventilación, dos bombas para el drenaje de agua y un sistema de iluminación asistido nada más y nada menos que por paneles solares, fue lo que hallaron las autoridades de México y EEUU en un narcotúnel de 191 kilómetros ubicado en la frontera de ambos países, que supuestamente pertenecería al cartel de Sinaloa.
La excavación de 9.5 metros de profundidad, que aún no contaba con una salida, tenía su comienzo en Jacume (Baja California) y finalizaba en San Diego (EEUU), y sorprendió por su sofisticación, en comparación con los rudimentarios túneles encontrados comúnmente por los cuerpos de seguridad en la zona.

El túnel fue descubierto el pasado 19 de septiembre y de su extensión 102 metros están ubicados dentro del territorio de EEUU, por lo que se autorizó a la patrulla fronteriza de ese país a realizar las inspecciones de rigor.
Tanto México como EEUU han hallado muchos túneles transfronterizos, a menudo incompletos. Normalmente se emplean para pasar drogas de contrabando y personas de un país a otro. El más largo hallado hasta el momento contaba con una extensión de 800 metros. Otro, cuya entrada estaba camuflada dentro de un conocido restaurante de comida rápida y media 300 metros, conectaba con una vivienda en el estado de Sonora.
ARG