En gran parte del país, el cielo amanece nublado. Dos convocatorias llaman a los venezolanos a las calles para conmemorar una fecha que debería ser de todos, pero que hay quienes la asumen a su manera.
196 años atrás, el ejército patriota liderado por Simón Bolívar derrotó a los realistas españoles, para sellar la gesta independentista venezolana y darle aliento a la liberación latinoamericana del yugo europeo. En esa batalla murió Pedro Camejo, héroe del ejército Libertador e ícono de las luchas afrodescendientes en el país.
Hoy, el yugo proviene del norte del continente, Estados Unidos. La esclavitud se ejerce a través de la industria cultural y sus medios, ramificaciones que están por todas partes. Venezuela estuvo sometida de nuevo por muchos años, entregó su soberanía, sus recursos y sus ideales, hasta que Chávez, una madrugada de 1992 levantó de nuevo las banderas de Bolívar, y a su llegada al poder en 1999 retomó el sendero de la independencia.
Quienes lo adversaron desde el principio, han contado con apoyo logístico y financiero del imperio norteamericano, que desde la Usaid, la Ned y otros brazos ejecutores de la CIA, tienen 18 años financiando la desestabilización en el país.
Es por eso que hoy sigue vigente la batalla entre la dominación y la independencia. Quienes se han cuadrado con los intentos de injerencia desde la Organización de Estados Americanos (OEA) y han recibido órdenes directas de EEUU para ejecutar acciones en Venezuela en pro de retomar sus dominios de patio trasero, convocan a una nueva movilización de calle, en el contexto de dos meses de llamados violentos que han generado cerca de un centenar de muertos.
La convocatoria, que siempre señala al Gobierno de dictadura, aún cuando trancan calles y cuentan con infinidad de medios de comunicación nacionales e internacionales, tiene una especial característica, se dirigen a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, pero omiten la B (usan Fan, en vez de Fanb), cualquier cercanía con Bolívar o el pensamiento Bolivariano, lo desechan. Este llamado, además, convoca una vez más a las afueras de la base militar de La Carlota, que ha sido atacada por grupos extremistas en al menos diez ocasiones en dos meses.
Por otro lado, la convocatoria del pueblo chavista, desde Plaza Venezuela hasta el Paseo Los Próceres, para celebrar los 196 años de la Batalla de Carabobo, y reivindicar la vigencia de la lucha por la independencia, está vez frente a quienes intentan desde afuera apoderarse de los recursos de la mayor reserva de hidrocarburos del planeta y derribar la Revolución Bolivariana, por considerarla como una mala influencia para América Latina.
Así encuentra hoy este nuevo aniversario de Carabobo a Venezuela, epicentro una vez más del cambio de época, como lo ha dicho ya Delcy Rodríguez, quien hasta esta semana fungió como canciller venezolana: es una lucha entre el monroísmo: la dominación de Latinoamérica por parte de EEUU, o el bolivarianismo, la independencia, integración y soberanía de nuestra Mérida, como diría Martí.
JS