La Organización de Naciones Unidas (ONU) respaldó recientemente un informe en el que aseguran que si la humanidad espera sobrevivir debe adoptar una dieta basada en la ingesta de plantas, reducir el desperdicio de alimentos para disminuir los efectos de la contaminación e invertir en tecnologías que reduzcan el impacto en el medio ambiente de algunos hábitos propios de nuestra raza.
De acuerdo con la investigación, presentada por el diario británico Daily Mail, las prácticas alimenticias de los humanos generan entre el 25 y el 30 % de los gases de efecto invernadero.
Explica el informe que para alimentar los 9.800 millones de personas que se estima que habrá en la Tierra para el año 2050, será necesario producir un 56 % de alimentos más que en 2010, lo que obligaría a convertir en pasto y tierras de cultivo unos seis millones de kilómetros cuadrados de bosques.
Sin embargo, esa transformación alimenticia de la que habla la ONU podría comprometer otros esquemas para combatir las emisiones de gases de efecto invernadero, basados en la conservación de áreas verdes.
Destacan los expertos que la cantidad de bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS) requerida en las próximas décadas dependerá de la rapidez con la que dejemos de lado los combustibles fósiles y reduzcamos nuestras huellas de carbono. Igualmente, es importante que países que son grandes contaminantes se comprometan con los protocolos y acuerdos establecidos internacionalmente.
ARG