Una mujer transgénero fue condenada a cadena perpetua por agresión sexual contra cuatro reclusas de la prisión para mujeres de New Hall, en Reino Unido, con quien compartió recinto a finales de 2017.
Karen White, quien para 2017 estaba en el proceso de transición y su identificación era Stephen Wood, cumplía prisión preventiva por la acusación de tres violaciones que perpetró cuando todavía tenía genitales de hombre.
White aún no se había sometido al cambio de sexo cuando ingresó a la cárcel de mujeres y tenía antecedentes por agresión a dos niños de 9 y 12 años y en 2003. Poco después de salir de prisión, violó a una mujer embarazada.

Las agresiones sexuales cometidas en la prisión pusieron en entredicho el sistema penitenciario inglés de asignación de presos según el sexo del que declaran, lo que pone sobre la palestra pública la evaluación de esta normativa.
Al respecto el Ministerio de Justicia reconoció que no tuvo en cuenta los antecedentes de la acusada al tomar la decisión por lo que se disculpó por el resultado del error y destaca que White aprovechó su presencia entre mujeres para acercarse a las más vulnerables y abusar de ellas.
Por su parte Christopher Batty el juez calificó a la acusada como “una depredadora (sexual) altamente manipuladora” mientras que el fiscal, Chris Dunn, recalcó que usó su cambio de sexo «para entrar en contacto con personas vulnerables”.
White, ahora como mujer, está recluida en la cárcel para hombres, donde recibe su medicación para el cambio de sexo. Allí pagará la condena por dos casos de abuso sexual, dos de violación y uno por lesiones. Sin embargo podrá solicitar la libertad condicional a los nueve años y medio.
EC
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