El príncipe heredero de Arabia Saudita, Muhamad bin Salman bin Abdulaziz, reconoció que una guerra contra Irán afectaría el precio del petróleo y por consecuencia, devastaría la economía mundial.
En una entrevista que concedió a la cadena de noticias estadounidense CBS, detalló que “la región (Arabia Saudita) representa aproximadamente el 30% de los suministros de energía del mundo, el 20% de los intercambios y cerca del 4% del PIB mundial. Si estas tres cosas fallan, no solo colapsaría la economía de Arabia Saudita o de los países del Oriente Medio, sino la del mundo entero”.
Bin Salman dejo ver que un conflicto con la potencia persa no es conveniente para su reino. “Un posible conflicto armado en la región, según el príncipe saudí, afectaría al suministro de petróleo de todo el mundo, y por tanto el precio de crudo subiría de forma exorbitante e inaudita”.
En este sentido Bin Salman abogó por una solución política a los recientes ataques con drones a las instalaciones de la petrolera saudí Aramco. “Una solución política y pacífica es mucho mejor que una militar”, explicó.
Aunque el heredero declaró que Irán está detrás de los ataques a Aramco, el ataque lo asumió el movimiento popular yemení Ansarolá. Los daños en sus instalaciones redujeron la producción saudí de petróleo al 50 por ciento: es decir, unos 5,7 millones de barriles al día.
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