Quebrantar la moral del Venezolano y generar angustia entre la población sigue siendo una de las estrategias de ataque de EEUU y la derecha Venezolana. A principios de abril de este año el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, amenazó nuevamente a Venezuela.
Bolton se dirigió públicamente al ministro para la Defensa, Vladimir Padrino López, acusándolo de promover la violencia con supuestos grupos armados de Cuba en Venezuela. «No deje que los colectivos o los cubanos agredan a los venezolanos patriotas», dijo.
Previo a eso Bolton se había dirigido a López, asegurando que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana permitía que grupos armados “enviados por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello le dispararan al pueblo venezolano cuando manifestaban en las calles de Venezuela».
Dichas acusaciones no han sido más que especulaciones sin pruebas ni fundamentos para generar una matriz de opinión que ataque la moral de las fuerzas armadas y del venezolano ante el mundo.
Algo similar pasó el 7 de marzo de este año en Venezuela cuando se perpetró un ataque cibernético al sistema eléctrico que mantuvo al país durante cuatro días a oscuras.

“Venezuela quizá es el primer país del mundo que ha sido víctima de la tecnología estadounidense de ataque cibernético contra un sistema eléctrico”, dijo el presidente Nicolas Maduro, a la vez que aseguró que el daño ocasionado contra el sistema de distribución de electricidad fue provocado con tecnología con la que únicamente cuenta el Gobierno de #DonaldTrump.
En esta oportunidad desde EEUU se creó una matriz de opinión donde se aseguraba que el apagón nacional se produjo por un colapso del sistema, por falta de inversión nacional.

Refrito de la derecha
Hace cuatro años una serie de asesinatos colectivos a funcionarios policiales se vivieron en Venezuela durante seis meses consecutivos. Alrededor de 35 efectivos fueron contabilizados como fallecidos, todos de las fuerzas de seguridad policiales y de inteligencia.
Esta estrategia tampoco dio frutos para los fines de terror de EEUU y ahora pretenden retomarlos. El siete de abril de este año un ciudadano colombiano uniformado ilegalmente como efectivo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) fue capturado en el estado fronterizo del Táchira, según informó el Protector de esa entidad Freddy Bernal.
Fue identificado como Gerson Yacumal y fue detenido por funcionarios de la Zona de Defensa Integral (Zodi) portando armas de fuego y “equipos tecnológicos destinados al contrabando y extorsión” en el poblado de Las Aguaditas.
Desde comienzos del mes de febrero de 2019 el Gobierno de Venezuela ha advertido sobre la preparación militar de un grupo de mercenarios en la frontera colombo-venezolana, con el objetivo de montar una operación de falsa bandera que sirva como pretexto para propiciar una intervención extranjera en el país.
Bernal alertó que en Colombia “están contratando jovencitos a razón de 1.500 dólares para curso de manejo de armas, explosivos y lucha urbana para una acción criminal sobre el territorio venezolano”, reveló.
NB