El respaldo de las dos potencias mundiales China y Rusia se sumaron esta semana como piezas principales en tablero geopolítico de Miraflores, luego de realizarse en el país una «cuestionada» Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Las posturas de Pekín y de Moscú son el principal “frente internacional” en contra de Washington que, recientemente, amenazó a Caracas con nuevas sanciones energéticas.
En Miraflores está claro que al dar cada paso cuenta con el apoyo de sus grandes aliados. Así lo dejó ver el presidente Maduro días atrás, en un acto público, ante los señalamientos del propio Donald Trump. “Rusia, China y la India son nuestros tres grandes amigos que tenemos en el mundo y los tres grandes aliados que se vislumbran en todo el siglo XXI y más allá”, dijo en un Consejo Nacional de Economía Productiva.
“Con ellos vamos a desarrollar una poderosa economía exportadora en alianza con dichas grandes economías. Esto nos ayudará a superar las amenazas de EEUU. Venezuela no está sola en el mundo”, apuntó el Jefe de Estado, en respuesta a Washington.
Luego de la elección de la ANC, y donde más de 15 países rechazaron el proceso democrático, el respaldo no se hizo esperar, incluso, sólo la reacción del gigante asiático, liderado por Xi Jinping, impulsó el valor de los bonos nacionales en más del 6%.
“China siempre sigue el principio de no intervenir en los asuntos internos de otros países y abogamos que entre naciones haya igualdad y respeto, sin injerir en temas internos”, advirtió en su comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Pekín, y en donde exhortó a las naciones que no “intervengan” en los demás asuntos internos venezolanos.
Otro tanto sumó el gobierno de Vladimir Putin, a través de su cancillería, días atrás. “Estamos convencidos del principio de la no injerencia en los asuntos internos. Cualquier decisión de los órganos del poder, de las fuerzas políticas y sociales, debe estar basada en la Constitución del país”, apuntó la portavoz del Ministerio de Exteriores rusa, María Zajárova.
Tanto Rusia como China se han convertido en importantes aliados políticos y económicos de Venezuela, país con las mayores reservas de petróleo pesado del mundo. En América Latina, Caracas es el principal destino de las inversiones energéticas del país del “dragón” y el segundo socio comercial de Rusia en la región.
Según cifras oficiales —hasta la fecha— China y Venezuela han invertido más de $ 62.000 millones en el desarrollo de 790 proyectos de los cuales algunos han finalizado y otros están en plena ejecución. Del referido monto $ 20.000 millones corresponden al Fondo Conjunto, creado en 2008, y $ 42.000 millones del Fondo Pesado y a Largo Plazo, iniciado en 2010.
El grueso de los recursos se han dirigido al sector petrolero, en especial, a las empresas mixtas. Hoy, Pekín mantiene altas participaciones accionarias e inversiones en Petrozumano, Petrourica y Petrosinovensa, las cuales podrían elevar, en el mediano plazo, los envíos de crudos venezolanos a más de un millón de barriles diarios (b/d).
En el caso de Rusia, en los dos últimos años, un total de 20.000 millones de dólares se invierten Venezuela para el impulso de la producción de cinco empresas mixtas petroleras. El pasado viernes, el CEO de Rosneft, Ígor Sechin, reafirmó sus alianzas con el país. “Nunca nos iremos de ahí, nadie puede expulsarnos. Es el país número uno del mundo en recursos de hidrocarburos y cualquier compañía de petróleo y gas debe aspirar a trabajar allí”, afirmó.
El experto chileno en temas internacionales, Armando Cáceres, aseguró, a PANORAMA, que “la participación de China y Rusia en los asuntos políticos de Venezuela tiene varias lecturas. Una de ellas, es para hacerle ver al mundo, en especial a Trump, que Maduro no está solo (…) que ellos están dispuestos a proteger sus intereses económicos allí y en toda Latinoamérica. Internacionalmente no pueden ignorar el asunto, porque lo que pase en Venezuela puede pasar en otros países del continente como Brasil”.
Indicó que “en el caso de Putin se da en momentos en que mantiene tensas relaciones con Washington (…) y eso le da un “plus” a sus declaraciones. Su mensaje es bastante claro y es que nadie debe intervenir en los asuntos internos de los otros países. Hasta ahora los señalamientos no han sido agresivos, pero si diplomáticos y esperamos que no pasen a mayores”.
En esto coincidió Álvaro Méndez, un experto en las relaciones entre China y América Latina de la prestigiosa London School of Economics (LSE), a la BBC. “En caso de necesidad Venezuela no va a poder redirigir su petróleo a Rusia, simplemente porque Rusia no lo necesita”, destacó y además se mantuvo convencido de que el Kremlin va a apoyar moralmente a Venezuela “hasta el final”, porque “Putin nunca abandona a los suyos”.
El internacionalista y analista en temas económicos, Pedro Durán, agregó que “Venezuela está en la mira del continente por su controversial Constituyente y el resto de las regiones están muy pendientes de los pasos que tomará Washington. Lo que sí es seguro es que China y Rusia no permitirán que Estados Unidos de un paso para una intervención financiera, política o militar como lo hizo en el pasado con Irak, Libia y, recientemente, con Irán”.
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